Puro teatro en La Guindalera

El pasado viernes 27 de marzo aparecía este reportaje sobre La Guindalera en la edición impresa de Madrid del diario El país. Después de que chiqui se percatara del asunto, el comité fermaría reunido de urgencia xD, decidió que aunque sólo se hiciese referencia a Raúl de refilón, sin tan siquiera citar su nombre, el artículo merecía estar en su blog.

Porque el reportaje destila por los cuatro costados el amor por el teatro que La Guindalera tiene. Porque está bien que no sólo las grandes compañías teatrales copen las páginas de cultura de los periódicos, y más si son tan merecedoras de esas páginas como es el caso. Porque nos permite humanizar el concepto "La Guindalera", al enseñarnos las caras de las personas que la han construido. Y sobre todo, porque sospechamos que a las habituales del blog os va a gustar leerlo. Ya nos diréis si nos equivocamos o no con nuestra sospecha.

La sala, que sobrevive sin ayudas institucionales, se ha convertido en sus seis años de existencia en un referente de la escena dramática madrileña.
No es raro ver que sus montajes acaparan un gran número de estrellas en las críticas teatrales semanales. El último, Molly Sweeney, del dramaturgo irlandés Brian Friel, les valió exitosas valoraciones en los periódicos. El anterior, Traición, del británico fallecido el año pasado Harold Pinter, supuso que Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional (CDN), se llevase a los dos actores protagonistas a su ahora recién estrenado Platonov, de Chéjov. "No nos hizo falta hacer ninguna prueba", dice orgullosa la actriz María Pastor (30 años).

Ella es la niña de esta pequeña familia -hija única- que dirige La Guindalera. Sus padres, Juan Pastor y Teresa Valentín, dos históricos del teatro madrileño, que se conocieron sobre las tablas, y que llevan 40 años metidos en estas harinas, pero han pagado caro su empeño por ser independientes y no sucumbir a los pliegos de condiciones de las subvenciones de la administración.

"Piden cosas que van en detrimento de la calidad, quieren un teatro generalista, que contente, y no estamos dispuestos a eso, nos parece frívolo y falto de sentido, por eso tuvimos que hacer un viaje a la inversa", cuenta Teresa.

Su realidad actual es que no tienen ayudas institucionales: "Sobrevivimos gracias a los 75.000 euros que obtenemos al año de la taquilla, y de otro tanto que sacamos de los trabajos que hacemos con 12.000 alumnos en 200 colegios de la región para la obra social de Caja Madrid y para la Comunidad", agrega Teresa.

Sin embargo, antes de que su viaje acabara aquí, compartieron generación e inquietudes dramáticas con Alicia Moreno, concejal de las Artes del Ayuntamiento ("nunca ha venido a la sala"), José Luis Gómez, director del teatro de La Abadía, con el mismo Gerardo Vera, o con uno de sus predecesores en el cargo actual, José Carlos Plaza.

Teresa se hizo experta en estudios de viabilidad teatral y artística en sus años en el Ministerio de Cultura, se convirtió en una productora teatral -no en vano ha publicado Gestión, producción y marketing teatral-. Juan, como profesor de interpretación en la Escuela de Arte Dramático, se especializó en el entrenamiento de actores y en talleres de creación y montaje.

Ahora él está jubilado con 65 años y ella, con 59, cansada de luchar tanto y de "hacer encajes de bolillos con las cuentas". Sin embargo, siguen convencidos de que La Guindalera, creada hace seis años en una antigua nave de la calle de Martínez Izquierdo y con sólo 75 butacas, tiene futuro, "porque es una apuesta por el teatro artesanal, minucioso", dice Juan. Y lo cierto es que el barrio que le da nombre a la sala está volcado: "Voy a todos los montajes, me gusta eso de estar integrados en el teatro, como una gran familia", dice Luisa, con un herbolario cercano desde hace 13 años. "Tiene un nivelazo, yo he visto mucho teatro y prefiero éste que encima es más barato", asegura Susana, con una tienda de ropa en el barrio. Ambas tienen el carné de espectadores de la sala.

La Guindalera, un centro de creación, una familia, un escenario de barrio... Y, más allá de las efemérides mundiales, su vida: puro teatro.

Fuente

Platonov. En lo bueno y en lo malo.

"Cada minuto que pasa tu boca se llena de más palabras vacías y huecas". (Platonov)

Empiezan a llegar las primeras críticas y reseñas sobre Platonov. Como sería enormemente aburrido copiarlas todas aquí y más aún, leerlas, vamos a resumir brevemente qué dicen los llamados expertos sobre la obra.

Mayorga y Vera

Los primeros elogios son para Juan Mayorga, y el enorme trabajo que ha supuesto reducir y en consecuencia, reescribir, una obra que en su original constaba de unas ocho horas, hasta casi las tres. Ahí es nada. Antonio Castro, de Madridiario, dice que su trabajo es limpio y hermoso. Y en el ABC:

Juan Mayorga ha ordenado y clarificado con buen criterio un texto tan difícil como atractivo, reescribiendo en ocasiones y limpiando en otras este retrato de la decadencia de las viejas fortunas rurales y el auge de los nuevos arribistas, un paisaje de época en transformación en el que los personajes juegan los naipes de sus pasiones con desigual fortuna.

Dentro de este mismo artículo, el de ABC, se hace referencia al trabajo del director, Gerardo Vera: Gerardo Vera realiza un montaje vigoroso, muy físico, cinematográfico en su alternancia de los primeros planos y los generales, y sortea con alguna dificultad los riesgos de mover a casi una veintena de personajes en escena.

También hay buenas palabras para la escenografía en esta crítica: La escenografía de Glaenzel y Cristiá, casi sintética con apoyatura de algunos elementos concretos, resulta eficaz y logra momentos muy brillantes como el intento de suicidio de Sacha ante el tren, aliada con los audiovisuales de Luna y la muy atinada iluminación de Gómez Cornejo.

Actores y personajes.

Pero lo cortés no quita lo valiente. Casi todas las críticas apuntan también que la obra carece de las grandes virtudes de los posteriores trabajos de Chéjov, aunque ya apuntara (buenas) maneras. Y esto, termina afectando a los personajes, que giran en órbita alrededor del protagonista sin acabar de definirse como debieran. Demasiado peso sobre Arquillué, al que le llueven tortas y elogios a partes iguales.

Pere Arquillué encarna a Platonov, y en buena medida, sobre él tiene que versar un repaso de este montaje. Se trata de un buen actor, con presencia y potente declamación, pero como su papel es para un irresistible Adonis maltrecho, un galán de pueblo, no resulta ideal. Arquillué, que no es opuesto a Micky Nadal, encarna a una versión un tanto iconoclasta del universal don Juan, aunque dicen que el arte está para reformular viejos mitos. Aquí desde luego lo hacen, y a costa de la verosimilitud. (El Mundo)

Me resulta chocante que se aluda repetidamente a la gran belleza de Platonov, que encandila a todos. Pere Arquillué es un estupendo actor pero dista de dar esa imagen. (Madridiario)

Pere Arquillué es un buen actor, pero no es el atractivo y cínico, cruel y débil Platonov que necesitábamos. (El Periodista Digital)

Sólo hay un verdadero personaje, y los demás son esquemas. Y, sí, Carmen Machi lo hace muy bien. (El Mundo)

Arquillué dibuja un Platonov menos cautivador que angustiado, herido de lucidez. (ABC)

No voy a entrar en la comparación con Micky Nadal, que me parece a todas luces un pelín desacertada y de la que podría cachondearme durante siete páginas de Word. Sólo adornaría el párrafo con un “Arquillué no es Darek”, por citar a algún célebre personaje que sí pudiera encarnar a un Adonis. Este señor no ha tenido la oportunidad de ver a los actores que han encarnado a Platonov en otros montajes. Si lo hubiera hecho, Arquillué le parecería un maniquí de la pasarela Cibeles. :P

Carmen Machi, por su parte, se lleva los mayores halagos en lo que al elenco se refiere.
El personaje redondo es Sasha, la buena esposa de Platonov, ni que pintada para el arquetipo que está construyendo Carmen Machi. (El Mundo)

Del resto de personajes se habla en conjunto, así que no saltéis de alegría ni lloréis de terror. No hay críticas ni halagos directamente dirigidos a Raúl. No seáis tiquismiquis, no es cuestión de ponerse a examinar el trabajo de diecinueve actores, uno por uno. :P
En líneas generales:

Hacen todos un gran trabajo, pero examinados uno a uno con atención, sus personajes no están redondos, en parte probablemente debido a la inmadurez del autor, en parte quizás también a la dificultad del envite: muchos personajes en escena, laberinto de pasiones más complejo que los triángulos o dúos al uso, algo nada habitual en el teatro actual, encajonado entre el presupuesto y la comodidad. (El Periodista Digital)

Un nutrido elenco realiza una interpretación compacta, sin fisuras. Cada actor está perfecto en su cometido, aunque sea breve. (Madridiario)

Junto a él sobresalen el abnegado patetismo de Carmen Machi como Sacha, la presencia dominadora de la Ana Petrovna de Mónica López, la limpieza de relámpago que imprime María Pastor a su María Grékova y la sagaciad telúrica del Osip de Roberto San Martín, por citar algunos nombre del amplio y bien conjuntado reparto. (ABC)

Cierro este resumen con las palabras que la crítica dedica al montaje en términos generales. Al menos aquí hay consenso: merece la pena ir a verla, ya sea por descubrir a un Chéjov desconocido, ya sea por disfrutar del trabajo de un elenco de casi veinte actores, ya sea por simple amor al teatro.

'Platonov' es, en resumen, un espectáculo muy serio, cuidadosamente presentado y que tiene el valor principal de descubrir un texto teatral prácticamente inédito. (Madridiario)

Platonov es un dramón ruso decimonónico para amantes del teatro burgués de siempre, de las viudas casaderas, de los prestamistas crueles, de las infidelidades conyugales, de las cogorzas cotidianas, del mundo como fue hace un siglo largo. Un enorme folletín bien adaptado, dirigido, interpretado y escenificado a lo largo de tres horas, con veinte personajes. Un gran trabajo cuyo clasicismo deslumbrará a los jóvenes espectadores, por su magnífico texto, sus dilemas existenciales, sus recovecos psicológicos, sus enormes pasiones, todo lo que ya casi ha perdido el mundo de hoy. (…). Por esos fogonazos de intuición, por las chispas emocionantes que aquí y allá desprende, bien merece la pena esta desmesurada obra rusa.(El Periodista Digital)

Ya estáis yendo a verla. A ver qué nos contáis. ;)

Teatro del Duende (I)

Creo que podemos decir sin temor a equivocarnos que La Guindalera es, a día de hoy, la casa teatral de Raúl. Sin embargo, antes de que nuestro chico cayese en las sabias manos de su director Juan Pastor, hubo otras compañías teatrales que contaron con su talento para dar vida a alguno de los personajes de sus proyectos.

Una de ellas, la que hoy nos ocupa, es la conocida como Teatro del Duende. Raúl se estrenó en ella con un pequeño papel en el montaje Roberto Zucco, allá por el año 2001, y con ella fue creciendo como actor, hasta que en el 2004 formó parte del elenco de Entrepalos, último proyecto de la compañía en el que intervino.

Otro día tocará descubrir cuales son los otros montajes del Teatro del Duende que contaron con él entre su reparto, pero por el momento nos conformaremos con conocer algunos detalles sobre los dos mencionados. Para ir abriendo boca, aquí están los carteles que servían de carta de presentación a estas dos obras:

Roberto Zucco es un “cuento oscuro” inspirado en un aterrador hecho real, que atrajo la atención del dramaturgo Bernard-Marie Koltès, hasta el punto de llevarle a escribir este texto en el año 1988. El personaje que sirve al autor de inspiración, es un asesino en serie italiano, que con tan sólo 14 años inaugura su particular “currículum” con un parricidio.

La historia de Koltès comienza precisamente cuando Zucco escapa a través del tejado de la prisión en la que se encuentra recluido por el asesinato de su padre. Al salir de la cárcel, su primer movimiento es asaltar la casa de su madre y matarla a ella también. Así comienza una especie de “huida hacia la libertad” que le impulsa a cometer nuevos crímenes: asesina a un policía a la salida de un prostíbulo, a un anciano que buscaba su propia muerte, a una elegante señora y a su joven hijo.

El personaje femenino por excelencia en Roberto Zucco es también muy sombrío. Se trata de una niña maltratada por la vida, que tiene que lidiar con el alcoholismo de sus progenitores, con el amor romántico que su mística hermana le profesa y con los tejemanejes de su hermano, que la arrastran a la prostitución después de haber abandonado la casa familiar.

Cuando los dos personajes se encuentran, la niña descubre su sexualidad y se enamora del asesino. Sus ansías por volver a encontrarlo, la empujan a denunciarlo a la policía, que finalmente logra detenerlo. Sin embargo la astucia de Zucco le permite repetir la hazaña de alcanzar el tejado de la prisión en un intento de huida. En este punto, nos topamos nuevamente con la escena que daba comienzo a la obra, pero algo cambia en esta ocasión: en lugar de escapar, Zucco se precipita al vacío. ¿Se trata de una caída fortuita o de un suicidio que pretende poner fin a su drama?

Llama la atención (al menos a ésta que escribe) que los personajes de la obra, a excepción del protagonista, carezcan de un nombre propio. Quizás esto sirva para resaltar la fuerza apabullante de Zucco, que trastoca completamente la vida de todos los que se cruzan con él. Este asesino es sin lugar a dudas un ser detestable, tanto como lo es la sociedad pintada por Koltès que permite crecer en su seno este tipo de individuos; sin embargo como personaje tiene una riqueza extraordinaria que le otorga su complejidad psicológica.

Un tono muy diferente a Roberto Zucco, tiene el otro montaje del que vamos a hablar, Entrepalos de Miguel de Cervantes. Entrepalos fue un proyecto original y ambicioso, diferente por su estética caricaturesca, y con un elenco de más de 20 intérpretes que representaron dos de los entremeses de nuestro autor más internacional: El juez de los divorcios y El retablo de las maravillas.

En El retablo de las maravillas, Cervantes critica la excesiva importancia que los sectores más altos de la sociedad de su tiempo conceden a las apariencias y que lleva a los protagonistas de la obra a caer en una genial trampa.

En El juez de los divorcios, el autor retrata algunos de los temas tratados en los tribunales que concedían la separación matrimonial, con intención de acercarlos al público a través de su obra, sirviéndose para ello de vivarachos personajes con diálogos ágiles e ingeniosos.

Como prueba de la participación de Raúl en este montaje tenemos esta curiosa fotografía, en la que podemos ver más de una cara conocida de la televisión actual.

Sin embargo, la mayor peculiaridad de Entrepalos se halla encriptada en el propio título. Y es que los entremeses cervantinos están aderezados con música y danza, al son de los distintos palos del cante y el baile flamenco. Tangos, bulerías, soleás, fandangos, seguidillas,... conceden a la obra un “duende” muy especial, que hace honor al nombre de la compañía teatral que los dio vida.

Dos montajes muy distintos para dar comienzo y finalizar las colaboraciones de Raúl con una misma compañía teatral. Cervantes es el más clásico de todos los clásicos españoles, y los elementos renovadores que Entrepalos incluye, hacen el montaje aún más interesante; pero si hay que elegir, yo me decanto por la brutalidad con la que Koltès retrata la sociedad actual a través de Roberto Zucco. Y vosotras, ¿con cuál de los dos os quedáis?

El CDN se va a Moscú

Definitivamente, parecen confirmarse nuestras sospechas: Platonov viajará a Moscú en 2010. Esta breve noticia, que aparecía el 19 de marzo en la edición digital del periódico La Razón, da algunos detalles más al respecto de ese viaje.

En junio de 2010, «Platonov» viajará al Festival Internacional Chéjov de Moscú, una prestigiosa cita teatral que cada año reúne propuestas sobre la obra del gran autor ruso. Lo hará con la mediación de Pilar Izaguirre, conocida gestora teatral y programadora que fue directora del Festival de Otoño hace años. Valery Shandrin, director del certamen moscovita, estuvo en Madrid para acompañar a Vera en la presentación de «Platonov», montaje del que dijo «esperamos algo muy interesante, una fiesta teatral». Shandrin recordó que «las piezas de Chéjov hablan de los rusos de hoy», y aseguró del autor que «se puede decir que es una bandera del teatro ruso». «Platonov» es una coproducción entre el CDN y el Festival Chéjov, y cuenta con apoyo del Gobierno de Rusia y de las autoridades de Moscú.
Fuente

¡Qué lástima no andar sobradas de tiempo y dinero para coger un avión destino Moscú y disfrutar allí del montaje del CDN! xD.

Raúl y Pilar. ¿Quién se lo iba a decir?

De un tiempo a esta parte, el mundo de la publicidad ha cambiado. Antes, cada anuncio servía para mostrar las bondades de un producto y darte un pequeño margen de tiempo para ir al baño o a beber agua. Pero los tiempos cambian, y ahora la publicidad es, sobre todo, un escaparate donde lo que se vende tiene que entrar por los ojos, y ser recordado por el espectador, más por el cómo nos lo ofrecen que por las propias cualidades del anunciado.

En 2005, los creativos de Canal + reclutaron a dos actores, por aquel entonces desconocidos para la mayoría del público, y le dieron la vuelta al tópico de la vecinita sexy. Porque la chica es mona, sí. Pero lo primero es lo primero: el plus.

Quién les iba a decir a ellos, a Raúl y a Pilar, que cuatro añitos después serían dos caras tan conocidas entre el público en general. Ella, reconvertida en reportera del programa que ha puesto la telebasura patas arribas, y considerada una de las mujeres más deseadas del país. Nuestro Raúl, que empezó como secundario en El Internado, y que ha terminado siendo uno de los pilares de la serie, además de tener un grupo de seguidoras tan fieles y tan estupendas como las aquí presentes, por no hablar de su labor teatral, que para 2005 ya era considerable.

La mayoría ya lo habéis visto, sabemos que no se os escapa nada. Pero merece la pena volver a echarle un vistazo. ;)



Gracias a Jessica y xico_malo por el chivatazo. ;)

El estreno de Platonov en la prensa

Y por fin llegó el gran día. Después de más de dos meses de ensayos, hoy, 19 de marzo, Platonov echa a andar sobre las tablas del María Guerrero. Su inminente estreno ha llenado decenas de artículos en diversos medios, que nos han permitido ir descubriendo nuevos detalles sobre el montaje, y que han puesto de manifiesto algunos de los matices que Gerardo Vera, su director, y Juan Mayorga, encargado de la versión del texto original de Anton Chéjov, han querido darle a su creación.

En Platonov, obra que Chéjov escribió con tan sólo 21 años, comienzan a abrirse camino algunos de los temas más recurrentes de su teatro posterior. La revista elcultural.es en su artículo de esta semana dedicado a los dos “Chéjov” que coinciden actualmente en Madrid, destaca entre los temas característicamente abordados por el autor que ya aparecen en Platonov, la importancia de los ideales en la vida y cómo el paso del tiempo los sepulta, el auténtico valor del arte, el amor y el dolor por Rusia.

Sin embargo Platonov tiene algo especial que la distingue de las obras chejovianas más tardías. En un artículo de la agencia efe recogido por diversos medios, director y versionador explican cual es el sello distintivo de esta obra. Juan Mayorga comenta que "El Chéjov joven es menos indulgente con sus personajes", mientras que Gerardo Vera considera que Platonov tiene "algo de primerizo, de pasional, de sinceridad, que luego la madurez adoba”.

Después de ver el trailer que colgamos en la entrada anterior, no se puede negar que los actores han sabido llevar a escena magistralmente esa pasión y esa sinceridad que Vera reconoce en la obra de Chéjov. Estas dos palabras definen a la perfección los fragmentos de las interpretaciones que el vídeo recoge.
A pesar de ser una obra eminentemente coral, el papel más destacado es el del hombre que da título a la obra, el del maestro Platonov, en cuya piel se mete Pere Arquillué. En el artículo “La pasional violencia de Platonov" publicado por el diario El País, el actor comenta: “Mi personaje entraña un trabajo titánico, es de esas obras que de tarde en tarde podemos atacar los actores con un personaje que no te lo terminas aunque quieras, de una gran profundidad".

Esta profundidad del protagonista de Platonov queda patente en el artículo sobre la obra de la agencia europa press, donde director, versionador e intérprete tratan de diseccionar al singular personaje. Mayorga apunta que el protagonista "Se compara con 'Don Juan' o con 'Hamlet', pero Platonov no siente respeto por nadie. Es un desenmascarador enfurecido, sin proyecto ni utopía, con un carácter destructivo". Mientras tanto, Vera considera que nuestro Don Juan tiene algo de “lúdico”, mientras que Platonov se aleja mucho de ese matiz; "sabe que tiene fecha de caducidad y es consciente de su maldición”. El director pone también un pero al carácter destructivo del personaje que Mayorga señala, "Platonov pone a todos contra las cuerdas, pero se pone a él primero. Tiene generosidad”. Pere Arquillué sigue esa línea de condescendencia con su personaje, destacando que Platonov "tiene humanidad, amor por los otros, es emocional".

Pero
el montaje no solo se sustenta en Arquillué, sino en todo el elenco de actores que lo acompaña en su andadura, entre los que, como ya sabéis, se encuentra Raúl Fernández de Pablo. El artículo de El País antes mencionado recogía unas declaraciones de Vera explicando con una claridad meridiana que todos los actores son Platonov: "Todos y cada uno, porque crean sus personajes frente a otro compañero que da la réplica, es tal la compenetración entre ellos que parecemos una compañía estable que lleva tiempo trabajando junta".

Con todas estas credenciales, quedan pocas dudas de que estamos ante un gran montaje. Queda por ver si se cumple el deseo de Valery Shadrín, director del Festival de Teatro Chéjov, que estuvo en la capital madrileña con motivo del estreno, y que comentó durante su visita: "espero que este montaje tenga una larga vida porque la merece". Nosotras desde aquí, también lo esperamos.

Presentación en vídeo de Platonov

Después de esta imagen con la que ir abriendo boca, hoy subimos un vídeo que habla por si solo; cualquier comentario sobre él habrá sobrado después de que lo veáis. Se trata de una especie de trailer sobre Platonov, que nos permite adentrarnos en este complejo universo creado por Chéjov, a través de algunas de las escenas más enérgicas de la obra, y de la visión particular que sobre Platonov nos brindan su director Gerardo Vera, el autor de la versión Juan Mayorga, y algunos de sus actores principales.

Este vídeo ha disparado mi interés por Platonov hasta cotas insospechadas: unos pocos segundos son suficientes para traslucir la seductora fuerza de sus personajes, conseguida a través de unas interpretaciones que en el vídeo traspasan la pantalla del ordenador. ¿Cuál serán entonces las sensaciones que provocará ver tamaño espectáculo en directo? Creo que sería una pena no comprobarlo, si se tiene la oportunidad.

Si con todo lo mencionado hasta ahora no he conseguido convenceros para que pulséis el play, he de deciros que aún guardo un as bajo la manga: sí, es lo pensáis, astutos lectores, Raúl aparece unos segundos en escena.


Y ya puestos en harina, aprovecho para comentar que hemos colocado a la derecha del blog un enlace a la página de servicaixa donde se ponen a la venta las entradas de la obra, por si alguien está interesado en comprarlas por esta vía ;)

Platonov, un héroe moderno


Sabemos que Raúl está ya con los ensayos de la nueva obra que va a realizar llamada Platonov, ¿pero qué sabemos exactamente de esta obra?
A continuación os dejo un reportaje en el que, gracias al creador de esta versión Juan Margoya y al director del montaje Gerardo Vera, conoceremos más a fondo al autor de esta obra, Chéjov y un poquito mas de la trama de su obra "Platonov".



Platonov, un héroe moderno


"A Hamlet le da miedo soñar, a mí me da miedo vivir". Ese dolor producido por el simple hecho de existir y que se encuentra en los grandes textos de Antón Chéjov ya aparece en una obra de juventud, Platonov, autor además de la reveladora frase.

El teatro español, a lo largo del siglo pasado, ha transitado mucho por Chéjov y sus obras fundamentales del teatro universal, pero poco se conoce Platonov (tan sólo un montaje en catalán de Pere Planella). Con él se ha atrevido Gerardo Vera, director del montaje y del Centro Dramático Nacional. El espectáculo que ultima estos días es una producción conjunta con el Festival Internacional Chéjov de Moscú, que acogerá el espectáculo en junio de 2010 en la capital rusa, que celebrará el 150 aniversario del nacimiento de Chéjov. Será después de su estancia entre el 19 de marzo y el 24 de mayo en el teatro María Guerrero de Madrid, y después de la gira.

La versión del dramaturgo Juan Mayorga ha dejado el original de casi ocho horas en poco más de dos y media, aunque él habla de concentración y no de reducción. La llaman Platonov, uno de los muchos títulos que se han dado a esta obra, que tras estar años desaparecida, se encontró en 1922 en una caja fuerte de un banco y cuyo nombre original es Pieza inacabada para un piano mecánico, título que le dio el cineasta Nikita Mikhalkov en su filme de 1977.

"Platonov es una obra sobre la caída de un hombre y sobre la extinción de un mundo; Chéjov descubre en ella personajes, espacios, atmósferas y tensiones que dominarán posteriormente sus obras de madurez", dicen Mayorga y Vera de este texto que sienten atravesado por una línea de fiebre, de locura, de vértigo que le proporciona algo diferente y singular con respecto a todo su teatro. "Platonov es un pedagogo de la destrucción", dice Mayorga, "un hombre que tiene una mirada severamente crítica hacia cuanto le rodea, pero finalmente dirige contra sí mismo esa mirada, sólo destructora, no hay alternativa ni utopía posible; él es el testigo lúcido del viaje hacia la muerte de una sociedad que cree ser eterna, cuando en realidad está mortalmente enferma, desenmascara a una sociedad podrida, pero esa lucidez va a hacer más dolorosa su propia caída".

A Vera le interesa mirar el texto con una sensibilidad acorde con el espectador de hoy: "Pero no he querido actualizarlo, sino trabajar los conflictos dramáticos, que en Chéjov surgen como un río tranquilo, transformándolos en torrentes caudalosos con una importante violencia emocional", señala Vera quien cree que Platonov es un héroe rabiosamente contemporáneo: "Le falta preparación para la vida y posee un descomunal egocentrismo, es un espejo perverso que saca todo lo malo y turbio de los demás", dice del personaje que interpreta Pere Arquillué, quien sostiene que Platonov tiene una profundidad interminable. Su compañera Carmen Machi, que se enfrenta a su primer Chéjov, añade: "En la obra aparentemente no pasa nada y sin embargo encierra todos los vicios, las carencias y los entresijos del alma humana".

Vera, que habitualmente se encarga del espacio escénico, ha dejado ese trabajo a Max Glaenzel y Estel Cristiá que han creado una escenografía austera y moderna, alejada de las que suelen ambientar textos de Chéjov y en la que se mueven los actores, entre los que están también Mónica López, Pep Cortés, Gonzalo Cunill, Jordi Dauder, María Pastor, Sonsoles Benedicto, Paco Obregón, Elisabeth Gelabert, David Luque, Toni Agustí, Jesús Berenguer, Raúl Fernández y Antonio Medina

Fuente

Platonov a una semana del estreno

Dos meses de ensayos han servido para ir dando forma a Platonov, el nuevo montaje del Centro Dramático Nacional, que cuenta con la presencia Raúl Fernández de Pablo entre sus protagonistas. A lo largo de este tiempo hemos tomado prestados al videoblog de la obra algunas de sus grabaciones, para que desde aquí fuese posible seguir la evolución de Raúl en los ensayos. Hoy, justo a una semana del estreno en el teatro María Guerrero, nos pasamos de nuevo por ese videoblog para ver como está el ambiente, y sobre todo, ¿a quién pretendemos engañar a estas alturas?, para ver qué hay de nuevo sobre Raúl.

Como de costumbre, las novedades son más bien escasas: da la sensación de que no es fácil pillar desprevenido a este chico cuando se lleva una cámara en la mano, pero afortunadamente tenemos algo con lo que deleitar nuestros sentidos xD.

Este primer vídeo recoge el momento previo al comienzo de un ensayo. Se puede palpar que la actividad de todo el equipo es cada vez más frenética. Los ensayos han avanzado mucho desde la preparación de aquella coreografía que pudimos ver en nuestra última entrada sobre Platonov. El escenario está ya montado y los actores ensayan con el vestuario que lucirán durante las funciones, así que al final del vídeo podréis ver unos segundos a Raúl caracterizado con los atuendos del personaje que va a interpretar (aunque sólo de cuello para arriba):



Por otro lado, el inminente estreno de Platonov hizo necesaria una sesión fotográfica en la se que retratara al elenco de actores de la obra. Ese momento fue recogido por las cámaras del videoblog, así que poco después del comienzo del siguiente vídeo, se puede ver a Raúl enfrascado en la tarea de posar para Alberto Nevado, el fotógrafo encargado de la sesión. Para nuestra fortuna, esta vez no pudo librarse tan fácilmente del objetivo de la cámara:


Raul en pequeñas dosis.



A mi personalmente siempre me gustaron las entrevistas tipo test, si son esas preguntas que se le hacen a los famosos en pequeñas píldoras y que suelen estar en un pequeño apartado junto al desarrollo de la entrevista. Algunas suelen ser de lo más sencillas sin que el entrevistado se de a conocer, sin embargo en otras nos deja ver un poquito más de su personalidad y este es el caso, como no, de nuestro querido Raúl Fernandez.
¿Queréis conocerlo un poquito más?
Como ya sé vuestra respuesta os dejo a continuación esta minientrevista.

Sin pensar, sin censura

De pequeño quisiste ser: futbolista, como todos los niños (risas)

Película favorita: Buaa, tengo muchas, yo que sé… Eh… Barry Lyndon.

¿Algún ídolo?: Mmm.. Algún idolo… Stanley Kubrick

Te gustaría trabajar con: Stanley Kubrick, bueno está muerto, pero si te refieres a alguien actoralmente hablando, ahora mismo estoy compartiendo cartel con muchísima gente con la que estoy encantado de trabajar.

Aficiones: La cocina, el fútbol, el cine por supuesto como espectador, los amigos y las cañas.

Música: Y de música, música clásica. La verdad es que no estoy nada puesto en la música de hoy día, suelo escuchar música clásica.

Algún posible proyecto: El del cine que comentábamos

Vocación: Hostia pues… la vocación… No lo sé la verdad, no tengo ni idea… ¿Vocación? No sé, de pequeño también me hubiera encantado ser arqueólogo (risas), por ejemplo…

Método para ensayar (delante de un espejo, a sola, delante de amigos…): Me gusta trabajar sólo, trabajar en soledad. Lo del espejo no lo suelo utilizar, aunque a veces (risas) si que caigo en la tentación, pero no, procuro evitar lo del espejo porque pienso que actoralmente es peligroso. Al margen de todo eso, me gusta trabajar solo y lo primero que hago es leer el texto, me gusta leerlo luego por partes, y sacarle a cada uno de los párrafos las intenciones que hay, intentar integrarlas en el silencio y luego ya poco a poco ir poniéndolo en voz alta. Ensayo bastante en voz alta en casa.

Algo que te de asco: Algo que me de asco… los fascistas…

Algo que te "pirre": Mi novia (Risas)

Fuente: Entrevista cedida en exclusiva por Forna, administradora de la webforo realizada en octubre del 2008

Fermín y María: Las mejores escenas (II)

Vosotros lo habéis querido.
Esta es vuestra decisión, las cinco mejores escenas entre Fermín y María en cuatro temporadas. Ojalá al final de la siguiente tengamos que rehacerlo. ;)
Gracias a todos los que habéis votado.

En el puesto número cinco, para mí la primera sorpresa de este top five. Siempre pensé que esta escena quedaría más arriba por lo que significa, pero sinceramente, viendo las que vienen después, tampoco quitaría ninguna.
El primer beso de Fermín y María es el esbozo de su historia: ella queriendo permanecer a su lado, a pesar de todo; él luchando por alejarla de sí mismo pero, al mismo tiempo, sin poder evitar querer estar cerca de ella. Y chispa, química, magia… y miradas, unas miradas impresionantes, no me digáis que no hablan por sí mismas…

En el cuatro la escena revelación de la lista. ¿Alguien se la esperaba aquí? Igual sí, porque es universalmente conocido que a nosotras, lo que nos gusta, es sufrir, sufrir, sufrir. ¿Y qué mayor muestra de amor existe que ceder tu libertad por la de la mujer que amas y su hijo? Y aún más, hacerlo mientras se aferra a una alianza que parece ser el motor de su sacrificio. Bueno, sí, sólo se me ocurre una muestra más grande de amor, pero está un poquito más arriba en la lista. :P

La medalla de bronce es para el momento en que Fermín quema el tríptico de El Bosco para demostrarle a María cuánto le importa realmente. Señores guionistas, no saben el daño que hicieron. Ahora no queremos que nuestros novios nos lleven de escapada romántica a Europa. Ni que nos regalen diamantes ni anillos. Ni siquiera flores. Lo que queremos es que quemen el puto Museo del Prado para demostrarnos su amor. :P

La plata para una escena que yo no voy a describir porque alguien, cuando la votó, lo hizo mejor de lo que yo lo podría hacer: “Este momento tan cotidiano como precioso para María, pero tan especial como doloroso para Fermín, me puede.” A ti, parchís, y a todas. Por eso está aquí.

La mejor escena fermaría estaba cantada casi desde antes de hacer esta lista. Porque yo no recuerdo haber visto nunca en esta serie (y difícilmente en cualquier otra) una escena que diga más sin una puñetera línea de diálogo y en tan corto espacio de tiempo. Son sólo unos segundos, los últimos de la agonía de Fermín, y en los que nos da tiempo a entender mejor que nunca hasta qué punto es importante María para él.

Que estas escenas nos ayuden a sobrellevar la quinta temporada que se nos viene encima…

Fermín y María: Las mejores escenas (I)

Terminas de hacer un vídeo como éste. Lo ves. Y piensas que ya entiendes por qué, a tu edad, te enganchaste a una historia de amor ficticia.

La química es un factor que no se puede crear, modificar o controlar. Simplemente existe o no. Pero cuando aparece, obra milagros. Que le pregunten a Chris Carter, cuyo mayor éxito televisivo, Expediente X, se basaba en gran parte en la química brutal entre ambos actores, y que le dio para nueve temporadas. O sin irnos tan lejos, ¿no es la complicidad entre Patricia y Ángel uno de los pilares que sostiene el éxito de su programa?

La química no se ve, pero se percibe. Cuando está, sabes que está. Quizá no podrías explicarlo, pero lo sientes.

En nuestro top ten de momentos fermaría, prácticamente todos son ejemplos de manual de lo que es ésa indefinible química de la que hablo...



En el número diez, habéis colocado una escena que a mi personalmente me gusta por lo que significa para Fermín. Por primera vez, se decide a hablarle a María de lo que le tortura y compartir un poco de su dolor con ella. Es un momento que, de alguna manera, forma parte de esa evolución constante del personaje y que, en casos como éste, viene casi siempre dada por lo que siente por ella. Fermín avanza emocionalmente gracias a María, los guionistas han sabido mostrárnoslo y nosotras se lo agradeceremos eternamente.

En el nueve, una de mis escenas fermarías favoritas. Sí, mis altos niveles de masoquismo siempre me acercan a escenas de este tipo. De sufrir mucho y ésas cosas, ya sabéis. ;) María le pide, más con los ojos que con palabras, que le cuente lo que le atormenta. Y él hace un amago sutil, casi imperceptible, con la mirada y con el cuerpo, de hacerlo, antes de darse la vuelta y marcharse. Mención especial a la actuación de Marta, que está inmensa.

En el número ocho, la única escena de esta primera parte que no es de la cuarta temporada. La primera declaración de amor de Fermín en abierto. Porque hasta entonces, todos sabíamos que al cocinillas le ponía María, pero de ahí a hablar de enamoramiento, media un trecho. Aún resulta más llamativa la escena si tenemos en cuenta que es en ese mismo capítulo cuando Fermín, desesperado porque su misión empieza a hacer aguas, la coge por el cuello en el pasillo, haciendo gala de sus poco ortodoxos métodos. Conclusión: Fermín flaquea. Por amor.

En el siete, nos vamos a una de las últimas escenas fermaría felices. O casi. Porque la cosa se tuerce a mitad de camino. Pero no me digáis que la escena no se merece estar aquí, aunque sólo sea por escuchar cómo Raúl consigue que a Fermín se le quiebre la voz mientras dice “me estás mintiendo, María”.

Cierra la primera parte del top una de las escenas más especiales de estos dos en toda la serie. De ésas en las que parece que hasta la luz, los objetos, los movimientos, están estudiados hasta el mínimo detalle para que transmitan intimidad. Pero sobre todo, lo bonito de la escena está en los ojos de sus protagonistas, en las sonrisas, en las miradas. En lo que no se estudia en Arte Dramático. En lo que o se tiene, o no se tiene.

Raúl en El comisario (III)

Hoy cerramos el ciclo Raúl en El comisario con la última de sus intervenciones en la serie de Globomedia. Corresponde al capítulo de la sexta temporada titulado “Diógenes y la estatua”, que fue emitido por primera vez el 21 de mayo de 2003.

Os dijimos que nos guardábamos lo mejor para el final, y es que de sus tres intervenciones, ésta es la que más minutos ocupa. Raúl aparece dos veces en escena, así que aquí se dan por buenas nuestras peticiones al terminar de ver las dos colaboraciones anteriores: ¡¡que lo llamen otra vez a declarar!! Y como lo bueno no sólo está en la cantidad, sino también en la calidad, os diré que merece la pena ver su declaración en comisaría; tiene un momento muy “perraco” :P. Disfrutadlo.

Raúl en El comisario (II)

Continuando con el breve ciclo de El comisario que ocupa nuestro blog en los últimos tiempos, llega hoy la segunda intervención de Raúl en la serie, concretamente en el capítulo "Reacción en cadena", emitido por primera vez el 21 de marzo del año 2001 durante la tercera temporada de la serie.

Se trata nuevamente de una intervención muy breve, y por vuestros comentarios en la entrada anterior, deduzco que muchos ya habéis tenido la oportunidad de verla. Aún así, Raúl interpreta en esta ocasión un personaje muy curioso, con una estética muy diferente a la que nos tiene acostumbrados; así que aunque sólo sea por volver a verlo de semejante guisa, merece la pena repetir la experiencia. Estoy segura de que a todos, a los repetidores y a los que lo veáis esto por primera vez, os ganará su simpático personaje.



Tened en cuenta que siempre dejamos lo mejor para el final, así que estad atentas al blog en los próximos días ;)

Raúl en El Comisario (I)

Empezamos hoy con un pequeño ciclo al que, haciendo gala de mi inenarrable originalidad, he pensado titular como reza arriba, y que nos llevará por diversos personajes episódicos a los que Raúl ha dado vida en la serie de Globomedia a lo largo de varias temporadas. ¿A que no os lo imaginabais? ;)

El episodio que hoy nos ocupa, titulado “Que veinte años no es nada”, se emitió por primera vez hace justamente nueve años, el 28 de febrero de 2000, allá por la segunda temporada de la serie.

La aparición de Raúl es la más breve de las que vais a ver en este ciclo, y tiene lugar por entero antes de los créditos de inicio del capítulo (todavía no entiendo por qué no le llamaron a declarar después, con lo felices que nos habrían hecho :P) pero algo dentro de mi me dice que os gustará.

Sirva este breve escena como compensación moral a la imagen de hace unos días…