Raúl, por Adriana

Es un placer enorme, para mí en lo personal, leer a Adriana. Desprenden sus escritos un aroma especial, un cariño distinto y a la vez igual al que sentimos muchos de los que nos reunimos aquí hacia Raúl, como actor y como persona. Por eso, aunque ya tuvimos la oportunidad de leer un artículo suyo sobre Fermín y María, la animamos a seguir haciéndolo, a que compartiera aún más con nosotros su visión de los temas que aquí nos ocupan. Este es Raúl, según Adriana.
Antes me he centrado en los personajes de Fermín y María pues son mis favoritos en la serie y debo decir que lo hice con un cariño inmenso. Esta vez pienso que Raúl Fernández se merece toda mi atención. No soy crítica, no pretendo serlo ni nada por el estilo pero creo que cuando una ve una cierta cantidad de series, películas o novelas tanto nacionales como foráneas, termina por saber identificar siempre cuando un actor es bueno, mediocre o sencillamente malo.

Raúl no es nada de las últimas dos cosas y sí mucho de la primera. A través del blog he conocido de su vasta actuación en teatro (género que creo curte a todo actor) así como otras apariciones en anuncios o papeles pequeños en televisión. Ni el teatro, ni los anuncios lo han traído hasta esta parte del mundo. Ha sido “El internado”, una serie que me negaba a ver por mucho tiempo a pesar de las recomendaciones.

Era una historia ficticia, sobre un internado en medio del bosque. ¿Qué podía haber de cautivador en eso? De repente el inofensivo cocinero tiene una pistola guardada en su habitación y sostiene conversaciones muy misteriosas por teléfono. Anda y desanda los pasillos, revisa las habitaciones y tiene encuentros secretos con alguien en el bosque. Búsqueda de objetos raros, robo de cuadros, un tiro en el brazo, siempre de incógnito... Interesante, pensé.

Un personaje llamativo y que no me defraudó a lo largo de cuatro temporadas (digo esto porque luego parece que quien escribía el guión era otra persona) Si tengo que ser honesta digo también que siempre me han llamado la atención los personajes complicados y poco convencionales, los que no piensas que van a lograr todo lo que se proponen por no ser los protagonistas, los que tienen una dosis de todo lo que les pueda convertir en humano y hacerme saltar del asiento con cada acción inesperada sin ser el típico héroe de la tele. Amén de que me encanta romper los esquemas. Eso lo veía en Fermín.

Me picó la curiosidad y comencé a indagar sobre la serie, sus actores y choqué con un mundo revolucionado por él, inundado de foros y blogs para seguir a sus actores favoritos. Así tuve la certeza de que Ana de Armas era cubana, como yo, (su acento no me encajaba con el de los demás) y que el actor que encarnaba al misterioso cocinero no era un simple principiante. Tenía en su haber una amplia historia en el teatro así como incursiones en otros medios. Me di cuenta entonces que había líneas en su actuación que eran facetas de un actor ya curtido.

La versatilidad, el carácter impuesto en cada escena, la mirada dulce o violenta, dependiendo de las circunstancias, pero siempre poderosa, hacía que viviera cada sentimiento con él, cada inquietud, cada momento. Raúl es dueño de cada una de las dobleces del personaje. Es Fermín, y es Carlos, y a veces una mezcla de ambos. Es frío y calculador en ocasiones, y luego se vuelve despreocupado, sigiloso, simpático y enamorado. Resulta difícil convencer a una audiencia de que sientes tantas cosas si en verdad no eres un pedazo de actor.

Impresionante lo creíble que se volvía su personaje, y luego ese amor con María que terminó seduciéndome hasta los huesos. Marta también se merece mi reconocimiento por regalarnos a esa María sufrida, valerosa y enamorada que a no pocas nos gustaría protagonizar. La química entre ellos es brutal, ya lo dijo alguien por aquí una vez y no tengo mejor forma de expresarlo que esa. Todas sus escenas juntos son tan bien interpretadas que te llegas a creer que de verdad Fermín y María existen, y se quieren.

No mencionaré las presentaciones con La Guindalera pues no hay mucho que pueda opinar al respecto, solo que me encantaría entrar alguna vez en esa sala y ver al Michael de “Bailando en Lughnasa” o al Frank de “Molly Sweeney”. A cambio de mi ausencia forzada las chicas que ya han ido siempre hacen muy buenas crónicas y reviven cada instante. Es como haber estado allí y haber compartido el encanto de tropezar de frente con el verdadero rostro detrás del Fermín que todos conocen.

Ya hablé del actor, pero no puedo olvidar al hombre, al Raúl Fernández que no conozco – desafortunadamente - y que ha hecho que el Raúl actor sea conocido y popular. Porque también esta obra es de él; son suyas las manos que empuñan la pistola cada capítulo para cumplir su misión, es suyo el cuerpo que se mueve imperceptiblemente por los pasillos del colegio o por el bosque para encontrar respuestas a todo ese embrollo, y definitivamente son suyos los ojos que han hechizado a todas las que lo seguimos ya sea en el teatro, la televisión o a la distancia del blog. Así que gracias a él, desde aquí.

Que conste que le queremos mucho por ser tan excelente actor, por hacer que nos enamorásemos como idiotas de la historia de Fermín y María (sí que tiene mucha culpa en eso) pero que no dejamos de apreciar que también es muy guapo, no de la manera convencional, sino de la real, la auténtica, la del hombre sencillo que ves en la calle y te fascina por la naturalidad y la humildad que se desprende de él, por los gestos que tiene para con la gente que sabe que le quiere y lo sigue, en fin, por ser sencillamente adorable con sus maravillosos ojos y antebrazos, aunque alguien alguna vez no haya opinado lo mismo.

No sé si el resto de las personas que leen este blog (gracias chiqui, parchis, samureta, escarlata… por este rinconcito de información y encuentro) o las que han tenido la oportunidad de verle en persona estarán de acuerdo conmigo, o tal vez esta es solo la opinión que me he formado al ver su trabajo en la serie sin tener más nada a mano a no ser los comentarios de la gente que lo adora y lo admira. Lo único que sé es que a partir del momento en que dejamos entrar a Fermín, también por ese agujero se nos coló Raúl, y para siempre. ¿A que sí?

5 comentarios:

Nicole dijo...

Ala, Adriana! Me quito el sombrero ante tu cronica, nena! Cuantas verdades has dicho:

"definitivamente son suyos los ojos que han hechizado a todas las que lo seguimos ya sea en el teatro" - Es que esos ojazos no pasan desapercibidos.

"hombre sencillo que ves en la calle y te fascina por la naturalidad y la humildad que se desprende de él" - Eso es TAN cierto! Yo creo que si descubro que Raul es un actor que se lo tiene super-creido (como muchos de por aqui, ejem!) y desprendiese un aire de superioridad, a mi personalmente me hubiese decepcionado y seguramente esa magia que tiene se hubiese disipado de inmediato. Pero no. Es un tipo bien majo, real, genuino y agradable. Y eso es algo que no se encuentra todos los dias en este mundillo de los famosos. Esperemos que siga asi por mucho, mucho tiempo. Porque me da a mi que su trayectoria como actor reconocido no ha hecho mas que empezar. ;-)

"maravillosos ojos y antebrazos" - Jajaja! Tu y yo debemos ser almas gemelas, porque fisicamente, sus ojos y sus antebrazos son los rasgos que mas me atraen.

Y, genial el final de tu cronica:

"...a partir del momento en que dejamos entrar a Fermín, también por ese agujero se nos coló Raúl, y para siempre. ¿A que sí?"

SIIII!

Un saludito desde 90 millas al norte. ;-)

parchis dijo...

Es un placer leer a esta chica: un fichaje espectacular. Creo que no se puede explicar mejor todo lo que nos gusta de Fermín y todo lo que nos gusta de Raúl.

Es de esos artículos tan bien escritos, que al leerlos se ponen los pelillos de punta. Enhorabuena Adriana.

Aurora dijo...

Muy bonito , tanto las impresiones que te crea el actor, el personaje o como crea el segundo el primero.
Últimamente hay muchos artículos de gente variada, que es un gusto leerla.

Anónimo dijo...

Hola, chicas.
Soy yo, Adriana.(al fin puede comentar)
Ante todo gracias por publicar el articulo y por las cosa que dicen.De verdad que me alegra el hecho de que les haya gustado, como le dije a chiqui, a mi encantó mucho escribirlo. Y la verdad no creo que haya hecho nada de especial, he leido lo que opinan y creo que como estabamos tan de acuerdo en tantas cosas pues.... a escribir.
Y, Nicole puede que tengas razón, a mi muchas veces me llaman loca por fijarme en eso, pero que se va a hacer?
Un abrazo a todas

Chiqui dijo...

Adriana, qué alegría poder leerte por aquí... Bienvenida.

Tengo que comentar lo de los antebrazos, ¡jajajaja! Cuando estuvimos en la Guindalera Luci, parchis, Aurora y yo, creo que todas nos quedamos prendadas de lo mismo. ;) Yo incluyo en el paquete de los ojos y los antebrazos, la voz. Qué voz...

Que nos encanta leerte, Adriana. Ya sabes que tienes la puerta abierta para volver a dejarnos regalos como este artículo.