En estos tiempos de sequía informativa, se agradecen enormemente los artículos de opinión, sobre todo si ésa opinión viene de alguien que no somos las habituales "redactoras" de este rincón. Nicole, inspirada por un comentario de lucinthesky, recoge las cinco razones principales por que las que Fermín mola mil. ¡Que lo disfrutéis!
Una Fermaría, creo recordar que fue Lucinthesky, ya lo dijo en su día: Fermín mola mil. El personaje de Fermín ha logrado engatusar tanto a la audiencia como a los responsables en Globomedia. Lo que comenzó como un personaje secundario se fue transformando poco a poco en uno de los favoritos de ese internado tan peculiar. Pero ¿Cuál es el encanto que logra hechizar a las masas? Puede que no exista una respuesta tajante para esta pregunta, aunque un conjunto de factores a lo mejor consigue alumbrar un poco ese misterio.
1. La dualidad del personaje – En la primera temporada escuchamos como Fermín, móvil en mano, susurra la horripilante frase: “Descuida, si fuese necesario me la cargo”. Vale, a lo mejor esas no fueron las palabras exactas, pero así de espeluznantes me sonaron. ¡Cuánto ha llovido desde entonces! Y, es que, durante esa primera temporada recuerdo haber estado segura en una escena de que Fermín era malo, malísimo, y ver como mi teoría se iba al garete dos escenas después. Estar convencida de que el cocinero no se trae nada bueno entre manos y de pronto ¡ZAS! Nos meten un primer plano de unos gayumbos de corazoncitos con una pistola encima para terminar de descolocarnos del todo. ¡Puntazo para el cocinero!
2. Química con el resto de los actores – Me da a mí que hasta los postes telefónicos logran tener química compartiendo escena con Raúl Fernández. Le hemos visto actuar junto a Amparo Baró, junto a Marta Hazas, Blanca Suárez, Yon González, Carlota García… la lista es larga. Y todos y cada uno de ellos han supurado un atractivo especial compartiendo escenas con el cocinero. Pero la química más especial, la más potente, destella de las escenas que comparte con Marta Torné. Es algo difícil de igualar o re-crear. Es algo que ni a los guionistas, ni a los productores de la serie y mucho menos a los espectadores se les ha pasado inadvertido. Es, a riesgo de sonar de un cursi que te cagas: pura magia.
3. Una trama atractiva – Vamos a ver, ¿A quien no le gusta identificarse y apoyar al héroe de la película? Seamos sinceros, una vez que descubrimos que Carlos Almansa era el torturado y justiciero héroe del internado, sus entradas y salidas se convirtieron en una de las tramas favoritas. Ese enigma que le rodeaba una de las intrigas más jugosas de la serie. Es más, ese toque de clandestinidad y misterio hizo que el personaje se convirtiese en uno de los más atractivos dentro de ese remolino paranormal que es la Laguna Negra. Esos momentos en los que Fermín se convierte en Carlos Almansa, y sin necesidad de disfraces ridículos, nos recalca lo mucho que mola el personaje.
4. Sentido del humor – Es un sentido del humor seco, sardónico y una de mis características favoritas del personaje. Será porque dicen que el sentido del humor es señal de inteligencia (y a mi eso me pone), será porque es difícil que no guste alguien que te suelta “si vienes a dormir aquí el pijama no te va a hacer ninguna falta”, será que a uno le gustaría ser tan directo y tener las agallas de decirle algo así a alguien de vez en cuando. De cualquier manera ese rasgo tan único y simpático mola, no me digáis que no.
5. Raúl Fernández – No tengo ni idea que hubiese pasado si Luís San Narciso hubiese presentado a otro actor con la oportunidad de encarnar a Fermín. Lo que está claro es que con Raúl Fernández dio en el clavo. Raúl ha conseguido meterse en la piel del personaje hasta tal punto que hoy en día es inconcebible imaginarse a ninguno otro actor haciendo ese papel.
Son por todas estas razones que han hecho que el personaje de Fermín, sin duda, mole mil.