Dúo de Raúles

Hace unos días os hablábamos de las descomplicaciones del amor en las que Raúl Fernández estuvo inmerso hace unos años. Hoy toca volver a echar la vista atrás, para recuperar otras dos comedias en las él que intervino, y que tienen el mismo sello que Descomplicaciones: el guión y la dirección de Raúl de Tomás.

La comicidad en Descomplicaciones se conseguía explorando en los enredos de un cuarteto amoroso. A priori, éste parece un tema bastante trillado, pero a pesar de ello, estoy segura que una comedia de enredo puede tener un gran encanto. A Woody Allen me remito. De hecho, creo que el encanto de estas comedias, es directamente proporcional a lo que disten en su planteamiento de la estética cutre y del humor repleto de topicazos de las televisas “Escenas de matrimonio”, o de los innumerables montajes teatrales cortados por el mismo caduco y rancio patrón.

Yo tengo la sensación de que Descomplicaciones está a años luz de todo eso; pero a pesar de ello, el lado oscuro que me domina, me lleva a quedarme con el humor sórdido y siniestro de las dos comedias negras, La agencia y Bendita locura, que hoy ocupan nuestro artículo.
La agencia es una obra construida en torno a dos personajes contrapuestos, asesino y suicida, acompañados de una voz en off. En este punto del artículo, hice intentos por explicar el argumento de esta obra, pero después de leerme a mi misma, concluí que nadie como su autor y director para comentar lo que él mismo ha creado. Aquí están las palabras que Raúl de Tomás tiene para La agencia en su página web:

Imaginemos que existe una Agencia clandestina que ofrece unos servicios muy especiales:
Usted quiere morir pero le falta valor para suicidarse, no se preocupe ellos se ocupan de todo.
Usted quiere matar a alguien y saber que se siente, vivir esa experiencia extrema, no se preocupe ellos le buscan a un suicida sin valor y asunto arreglado.
Y todo quedando exento de culpa..., a lo mejor no habría que imaginar, a lo mejor lo triste es que ya ocurre, que está Agencia ya existe...,
En fin, el caso es que nuestra historia es la historia de dos hombres que acuden a esta Agencia a solicitar esos servicios respectivamente, y la Agencia los hace coincidir: asesino novato y suicida cobarde. Y presenciamos ese viaje, una fría Agencia que comercia con la vida como si fueran hamburguesas, con escenas de un humor hilarante y asistimos a la preparación de ese ritual que es el asesinato, que será grabado en video para luego comercializarlo (snuff movies), que la pela es la pela, todo, eso sí, tintado de un humor negro que preside todo el espectáculo de principio a fin. Una comedia negra con un final inesperado, una reflexión sobre la libertad y el consumismo, pero sin moralina, sino como un divertimento de este mundo atroz que nos pone al alcance del bolsillo casi cualquier cosa, incluida la ajena o la propia vida.


Bendita locura es también una obra muy singular. Hace ya unos cuantos meses dimos unas breves pinceladas sobre ella: comentamos que estaba basada en una noticia real aparecida en un periódico, y que se trataba del monólogo de un loco que es condenado a muerte por el asesinato de su pareja. Este peculiar hombre estaba interpretado por Raúl Fernández, y en esta foto podéis apreciar claramente las enormes cotas que alcanzaba la demencia de su personaje:
Nota: las administradoras del blog os rogamos encarecidamente que tengáis en cuenta la cantidad de fotos de Raúl Fernández aquí colgadas con las que habéis babeado, y no nos abandonéis para siempre tras el visionado de esta escalofriante imagen.

Lo más desconcertante del caso es que las leyes del Estado en el que este tipo vivía, impiden la ejecución de personas con trastornos mentales, por lo que el propio gobierno va a poner todos los medios necesarios para sanarlo a fin de poder ejecutarlo legalmente. Se trata de una paradoja muy curiosa, contada con el humor y la ironía que tamaño despropósito requiere.

Pero además del humor negro y de la presencia de Raúl, hay otra cosa que La agencia y Bendita locura comparten, y es que ambas invitan a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. No es que esto sea estrictamente necesario para conseguir un buen guión, pero tiene la ventaja de que, entre las sensaciones con las que los espectadores salen del teatro, está la de sentirse inteligentes; y claro, ¿a quién no le gusta esa sensación?

Molly vuelve y Guindalera se abre al cine.

“Molly Sweeney” volverá a la sala Guindalera. Somos muchos los que nos quedamos con las ganas de disfrutar del trabajo de María Pastor, José Maya y Raúl Fernández en esta obra, y parece ser que el éxito de crítica y público han propiciado su vuelta.
Será en Septiembre, presumiblemente cuando María y Raúl terminen con “Platonov”. Así pues, aviso desde ya de que en agosto, volveré a la carga con mis intentos de macroquedada fermaría. Estáis avisadas. ;)

Por otro lado, la sala Guindalera ha iniciado el programa “Jueves de Cine” y por lo que hemos podido ver, tiene muy pero que muy buena pinta. Se trata de una iniciativa que tratará de aunar cine y debate, y que nos acercará al trabajo de directores como Kurosawa o Lubistch. Desde luego, suena de lujo.

Calentando para Platonov

Ya queda menos de un mes para el 19 de marzo. Para los más despistados, recordaré que ésa es la fecha en la que se comienza a representar Platonov. Lo cierto es que ya empieza a oler a estreno porque se ha colgado el cartel de la obra en la fachada del teatro María Guerrero. El cartel en cuestión, sigue la original estética de todos los de las obras del Centro Dramático Nacional, y anuncia que Platonov se representará hasta el día 24 de mayo.


Huele a estreno también, porque los ensayos de la obra siguen avanzando, y mientras tanto nosotras permanecemos atentas al videoblog que nos permite asomarnos a ellos, al que, dicho sea de paso, tenéis un enlace a la derecha de esta misma página.

De paseo por el videoblog en cuestión, sorprende que en Platonov también tengan cabida las coreografías. Su ensayo requiere cierto ejercicio físico, y en el siguiente video vemos como los actores calientan, antes de echar el resto practicando los bailes pertinentes. Personalmente este video me resulta muy simpático; al verlo no he podido evitar que me viniesen a la mente las clases de gimnasia del colegio. Sobre el escenario hay tal cantidad de gente que, obviando las edades de los susodichos, bien podrían pasar por los niños de una clase en su hora de Educación Física. Y no sólo por el número que suman, sino también por el alboroto que forman, son dignos de ser comparados con un grupo de tiernos colegiales en un rato de esparcimiento. Aviso a navegantes: atención al jovenzuelo que tira de una de las “cadenetas”.


Los siguientes videos se corresponden ya a los ensayos de la coreografía propiamente dicha. Como en toda celebración que se precie, especialmente después de que el alcohol haya hecho sus primeros estragos, en la fiesta que se celebra Platonov, llega el momento de hacer un brindis por la amistad. Ese momento está coreografiado en la obra que nos ocupa, y gracias a ello podemos disfrutar de los gráciles movimientos de gacela de nuestro Rául xD. Estos dos videos dan testimonio de ellos.



No me digáis que Raúl no está encantador hasta cuando, a ratos, parece que de un momento a otro va a lanzarse a bailar una jota.

Algo pasa, gilipollas.


Sabemos de la afición de nuestro Raúl por tocar distintos palos: publicidad, cine, televisión y teatro. Un culo inquieto, que se llama en mi tierra. Hoy nos vamos a ocupar de una faceta suya poco explotada: la de director de cortometrajes.
Raúl se ha embarcado dos veces en esta tarea. Una de ellas fue en 2003, con el corto “Algo pasa”, que participó en el festival que organiza cada año notodofilmfest.com y al que hoy, queridos lectores, vamos a poner de vuelta y media.

Antes de dar mi opinión, os voy a animar a que veáis el corto, para que lo hagáis sin prejuicios ni consideraciones previas. Veréis además a Raúl durante unos segundos, interpretando a uno de los compañeros de trabajo del sufriente protagonista.
Nos vemos en tres minutos y treinta segundos. ;)



Algo pasa por la cabeza del director y guionista para lanzarse a contar esta brevísima pesadilla. Y como lo mío no es la crítica especializada ni la psicología clínica, voy a conformarme con contaros lo que yo veo, que no es poca cosa.

Lo primero que te llama la atención es el nombre del protagonista: Raúl. ¿Falta de imaginación? Sería preocupante viniendo de quien viene. ¿Proyección de uno mismo? Más probable, pero no por ello menos preocupante. Aún así, me quedo con la segunda opción. Freud no lo dudaría, y yo no voy a contradecir al padre de la psicología moderna.

Esta consideración abre nuevas posibilidades. Si Raúl, el protagonista de esta historia, es un alter ego del que está detrás de la cámara, entonces podríamos pensar que aquel día, nuestro chico se levantó con el pie izquierdo, hasta las narices de la vecina, del jefe, de los compañeros, del camarero y de la novia. De todo.

Pero Roma no se hizo en un día. El mismo Raúl ha confesado que esto de los cortos es meterse en camisa de once varas, porque el que se embarca, se lo carga todo y en tiempo récord. Así que debemos presuponer que había algo que nos quería contar.

Una forma sencilla de verlo sería el planteamiento: ¿qué pasaría si todas y cada una de las personas que nos rodean se decidieran a decirnos lo que piensan realmente de nosotros? Y al salir al rellano, tu vecina te dejara caer, sin sonrojo, lo puta que es tu novia. Y tu jefe, lo incompetente que eres. Y tu novia, lo bien que se la tira su amante.
Pero reconozco que en lo personal, no termina de convencerme la idea.

Dicen que en este tipo de historias, hay tantas lecturas como ojos que las miran. Ésta es la mía: Raúl, el protagonista, sólo deja de tener la sensación de vivir una pesadilla cuando acepta su propio patetismo. Nos puede doler reconocerlo, pero todos y cada uno de nosotros, para alguna persona del mundo al menos, entramos en la categoría de gilipollas, o de incompetentes, o de mequetrefes. La cuestión es si eso condiciona tu vida y te lo terminas creyendo, o puedes aprender a vivir con ello, jugando a ese mismo juego.

Y vosotros, ¿qué pensáis? ;)

Descomplicaciones

Nadie dijo que el amor fuera fácil. Y las complicaciones del amor han inspirado miles de historias de ficción de carácter muy dispar. Hay algunas que se envuelven en una cursilería tendente a buscar la lágrima fácil; la historia de Sam y Molly en Ghost es un buen ejemplo de ñoñería manifiesta. Otras son tan dramáticas que estremecen al más pintado, como el amor de Romeo y Julieta, que arrastra a los dos protagonistas a la muerte. También hay historias impregnadas de un encantador halo de lirismo, como la de Otto y Ana, los amantes del círculo polar de Médem. Y hay otros relatos en los que los sentimientos permanecen imperturbables a través de los años, como le pasa al amor de Florentino Ariza por Fermina Daza, que García Márquez describe magistralmente en su novela El amor en los tiempos del cólera.

Sin embargo existen complicaciones para el amor mucho más terrenales y comunes que las que plantean muchas de estas obras. Un buen ejemplo de ellas, son las terceras personas que se cuelan en las vidas de una pareja, y que pueden poner patas a arriba la más idílica de las relaciones. Y después de las terceras personas llegan los celos, y después el impulso de buscar los celos del otro, y después......todo puede llegar a enrevesarse hasta límites insospechados.

Algo así es lo que ocurre en Descomplicaciones, una obra escrita y dirigida por Raúl de Tomás, que Raúl Fernández protagonizó para la compañía La Agencia. Se trata de una divertida comedia poética, que se construye no sólo a base de agudos diálogos entre sus protagonistas, sino también a través de monólogos cargados de humor e ironía. El autor en su página web hace esta peculiar e interesante sinopsis de su obra:

¿Para qué vamos a complicarnos?
La cosa es fácil: s
i ella está conmigo es que le gusto lo suficiente. ¿Pero qué ocurre cuando aparece el otro? Y por cierto, ¿quién es el otro? y ¿cómo se atreve a hablarle a mi chica? Pero espera no compliquemos las cosas...es que resulta que mi chica se ríe, lo pasa bien con ese, eh...que estoy delante...y se va ...oye que se pira con ese...que se me va...que me deja...y ahora...si que me he complicado..., ¿habré de descomplicarme?..., sí, porque ella merece la pena.

Y salgo a buscarla, he decirle que me despisté, joder, un fallito lo tiene cualquiera...anda mira, ¿quién es esa?...me mira, sí, no está mal y sola y algo despechada por algún insensible...algo me dice..., no la entiendo, esto a veces es tan complicado. Que está sola...(toma y yo), que si puedo prestarle atención: no, no quiero complicarme, solo quiero complicaciones con una, y esa lo siento no eres tú...le digo...no, por favor, llantos no, que soy muy sensible...no compliquemos las cosas.

Bueno, si te pones así, algo haremos. Ya sé que no quieres complicarme pero lo haces, y descomplicarse no es c
osa fácil...¿cómo dices?...que solo soy una venganza, que le conoces, a ese que se ha ido con mi chica...pero entonces...¿qué?...que yo no te gusto, que solo será por despecho...pero mira que sois complicadas. No, no me importa, ya puestos, a ver si mi chica también se pica...pero mírales, como se ríen, y la coge de la cintura, cómo se atreve, claro que yo nunca la cogí así...tan delicadamente...,a lo mejor fue eso...no sé qué le dice le habla raro, le habla como con el corazón en la mano, y en la boca, ¡se le sale!, ¿lo ves?, por qué yo no fui capaz de hacer eso...de hablarle, ni de mirarla así...¿qué me paso?...me complique con otras cosas, pero no con ella...¿tú que opinas bonita?...que ahora te gusto...y mucho...¡vaya por Dios!...que te he complicado la existencia...¡te propongo algo!...¡descompliquémonos!...encontremos nuestras descomplicaciones...¡¿qué me dices?!

Con Descomplicaciones Raúl Fernández se sumerge de nuevo en el mundo de la comedia, explotando esa faceta interpretativa suya, que le permite encontrar la risa del público con facilidad, como hemos demostrado en este blog a través de los vídeos de algunos de sus anteriores trabajos. Para nuestra desgracia, en esta ocasión, no tenemos ninguna prueba audiovisual que certifique el buen hacer de Raúl, pero José Henríquez, en su crítica de la obra para la Guía del Ocio, definió el trabajo del cuarteto protagonista como muy afinado; y es que cuando el director opta por basar la puesta en escena de su obra en el trabajo interpretativo, los actores deben hilar aún más fino para convencer. Por algo se escogió a Raúl como protagonista, ¿no creéis?

Vosotros habláis (II): La persona, la magia.


Es muy llamativo ver cómo las palabras más bonitas llegan cuando habláis de la persona, del ser humano que se esconde detrás del actor. Es quizá la faceta que menos conocemos de él. O al menos, la parte de él que no acostumbra a mostrar.
La visión que tenemos de su personalidad se ha ido forjando a través de entrevistas, vídeos, de sus reacciones cuando hemos tenido la oportunidad de tener un contacto más cercano con él, ya sea brindando con él tras una función o viéndole sonreír al recibir aquel regalo de cierta panda de taradas que siguen sus pasos con una inexplicable (para él) devoción.
Y luego estáis vosotras mismas, vuestras historias, lo que ha significado Raúl, lo que consigue haceros sentir. Aquí ya no habláis del actor, sino de lo que a vosotras os provoca.
Con que sonriáis la mitad de lo que yo lo hice leyéndoos, me conformo.

Cuando me enteré que no solo es buen actor, sino que además es un chaval muy majo, amable, sencillo, un poco tímido, fumador de cachimba y friki cinéfilo no pude nada más que pensar que éste chico lo tiene todo. (…) No me puedo creer que tengamos a un actorazo como él, que sea tan versátil en sus interpretaciones y lo mejor de todo, que tenga los pies en la tierra y sea tan modesto y tan agradecido (fotos, videos) con sus fans, que somos más de las que él se cree, el pobre. (Carol)

Inciso. Pobre… :P

Un día me lo crucé por el centro de Madrid, yo estaba de visita, y él paseaba solo. Y me impactó, me impactó tanto su presencia, que hizo que me gustara más. Por aquellas fechas, el cocinero pasó a ser más conocido en mi ambiente como "Fermínmolamil" porque me encantaba. (Lucía)

A través de Fermín he descubierto a Raúl. Me sorprende su forma de interpretar porque tiene una mirada muy expresiva con la que te cautiva y a través de la cual podemos saber qué es lo que siente Fermín en cada momento. Personalmente eso es algo que consiguen pocos actores, en concreto algunos como Natalia Milán que es una de mis actrices preferidas. (Eva)

Y ahora me vais a permitir que esta entrada termine con el correo casi íntegro de una de vosotras. Porque no se me ocurre mejor forma de terminarla. Y porque todo lo que dice me emocionó tanto, en lo personal, que creo que también os pasará a vosotras.

Hay cosas que son difíciles de explicar y una de ellas es explicar mi admiración por Raúl; podría ser lo mas fácil del mundo porque hay cientos de cosas simples por las que decir que me gusta Raúl. Pero no se trata de esas cosas, no es por eso que le admiro... por esa regla de tres podría haber escogido a cualquier otro.
Pero fue él, precisamente é,l el que me hizo conocer gente a la que considerar amiga y eso es algo maravilloso. (…)

Me gusta Raúl porque le veo en entrevistas y es dulce pero tiene un puntillo pasional que me dan ganas de quitarle la ropa, porque me corro viva cada vez que dice "actoral", porque cuando sonríe de esa forma pilla me dan ganas de pegarle un achuchón.
Me gusta Raúl porque no le conozco en persona pero es como si fuese de mi familia.... porque si me lo imagino en alguna situación, sé los gestos que haría, la voz que pondría, la forma en que miraría.
Me gusta Raúl porque es honesto y es humilde.
Me gusta Raúl porque no es un hombre 10.... es MI hombre 10.
Me gusta Raúl porque admiro su trabajo y le admiro como persona.
Me gusta Raúl cuando le noto algo tímido y me gusta Raúl cuando le imagino extrovertido. Me gusta pensar que algún día, esperemos que pronto, pueda verle encima de un escenario y poder disfrutarlo hasta que el pelo se me caiga lleno de canas....
Me gusta imaginar que me tomo un café con él y que me quedo embelesada pensando: "qué chico mas majo". (…)
Me gusta Raúl porque es Capricornio, porque sólo por él podría escribir tal parrafada....
Y al final termino de escribir sin haber sabido explicar que es "eso" que solo él tiene, esa cantidad de cositas pequeñas que le hacen adorable. Pero si se pudiesen explicar ya no serían tan mágicas. Así que concluyamos diciendo que me gusta Raúl porque es mágico. (Carmen)


Muchísimas gracias a todas.

Vosotros habláis (I): Mirada, voz y morbo.

Hace unas semanas, os pedíamos que nos contarais qué tenía de especial Raúl para vosotras, y qué es lo que os movía a pasar por aquí de cuando en cuando y seguir sus pasos. Gracias a Ana, Bea, Carmen, Carol, Eva, Laura, Lucía y Nicole por vuestra colaboración.
He aquí el resultado de nuestras pesquisas.

Hay dos palabras que se repiten sistemáticamente en todos vuestros correos: mirada y voz. Vale, hay más cosas. Detrás de algunos correos hay incluso historias dignas de ser contadas. Y hasta respuestas fisiológicas que este hombre provoca en algunas, pero no pretendemos hacer una entrada sólo apta para adultos… ¿o sí? ;)
Pero empecemos por el principio…

Personaje Morbo.
Sabemos, siempre se encarga de recordárnoslo, que Raúl tiene una debilidad especial por el teatro. Pero es innegable que el que lo ha dado a conocer, y el que nos ha descubierto al actor que pisa fuerte las tablas, ha sido su rol dentro de la trama de El Internado. Fermín es un personaje por el que cualquier actor se daría de tortas: es complejo, no es el estereotipo españolito que tanto abunda en nuestras televisiones y tiene un morbo inherente a su historia, que ha terminado contagiando, quizá, la visión del actor.
Aunque en este caso en particular, sería más apropiado decir que Raúl lo que consigue es multiplicar por cien las bondades del personaje.

Yo me enganché tarde a la serie, y al principio me hacia gracia ese muchacho vestido de cocinero (y eso que en esa serie abundaban bellos adonis jovenzuelos, sin pelo en pecho, y mas sosos que la comida para hipertensos), esa nariz (me encantan los hombres con nariz grande), esa tez morena... vamos que era una mera atracción física.
Luego me fue cautivando su personaje en la serie, la palabra que lo define es INTREPIDO. (…) Aparte de ese doble juego Fermín/Carlos que tan bien sabe interpretar. En fin, que los guionistas se lo sirvieron en bandeja de plata para que a nadie dejase indiferente. (Lucía)


Luego descubrí que ese cocinero gracioso tenia un lado oscuro y gracias a ese lado oscuro descubrí a Carlos Almansa, un hombre atormentado por su pasado, con misterio e intriga, con muchos secretos y sobretodo con muchísimo dolor, y para rematar descubrí al Carlos enamorado, dulce, tierno, capaz de quemar un tríptico de 30 millones para demostrar que esta enamorado hasta las trancas. (Laura)

Me gusta Raúl porque él es Fermín.... Y también Férmin... y Carlos... y Charlie.... porque ese personaje tiene algo que me puede. Porque, ¡coño! que me van los atormentados, ¿qué pasa? Porque el color de su pelo me vuelve loca... Porque la forma en la que ama Fermín me llega muy dentro porque me recuerda a mí. (Carmen)


El actor, la mirada, la voz.
Dice Laura que se enganchó a Raúl por culpa de Fermín, como la mayoría de nosotras. El secundario simpático, interesante, y con lado oscuro incluido. Porque aquí, el que corta el bacalao es Carlos Almansa, el alter ego atormentado del personaje.
En eso coincidís casi todas: Laura, Eva, Lucía, Carol…
Fermín y Carlos fueron antes que Raúl. Pero luego uno redescubre el actor, y aquí es donde llegan las palabras mágicas. Creo que la palabra “mirada” está en TODOS los correos que nos han llegado.

Y, bueno, esto seguro que lo decís todas pero tiene unos de los ojos mas expresivos que he visto. Transmite una intensidad increíble sin decir palabra. (Nicole)

Lo que más me gusta de Raúl es su mirada, transmite mucho y la expresividad que tiene en la cara y en todos sus gestos. (Bea)


Me sorprende su forma de interpretar porque tiene una mirada muy expresiva con la que te cautiva y a través de la cual podemos saber qué es lo que siente Fermín en cada momento. (Eva).

Me gusta Raúl por lo que dice con esos ojos verdes sin necesidad de mediar palabra, la capacidad que tiene de transmitirme sin apenas mover un dedo. (Carmen)

Pero no sólo de intensidad en la mirada vive el hombre, y mucho menos las seguidoras de Raúl. Su otra arma, casi tan repetida como la primera, es la voz.

Tras la mirada me sorprendió la voz que la modula y moldea a la perfección. Para mí un gran actor debe conseguir esas dos cosas. (Eva)


A mi una de las cosas que más me gusta de Raúl es su voz. Bueno, su voz y su acento, porque es una gozada oírle hablar. (…) No le he visto en muchos papeles, pero entre Fermín, Carlos y Antón, hay un mundo. Por supuesto, ayuda que utilice una inflexión diferente para cada uno de esos personajes. No, si os lo digo yo... ¡¡Tiene que ser su voz!! ;-) (Nicole)

Aparte de estos dos conceptos, hay muchas más frases que hacen referencia al actor y que no tienen desperdicio, sobre todo de aquellas que habéis tenido la oportunidad de verle en su hábitat natural, sobre un escenario.

Después cuando empecé a buscar cosas sobre él, que se curtió en el teatro y que es lo que más le gusta, eso me llenó de satisfacción, saber que no era uno más (un actor mediocre de los que abundan en la tele), sino que era especial, un gran actor. (Carol)

Sabe mutar de papeles dramáticos a cómicos con una facilidad asombrosa, y no desentona en ninguno de ellos. Y entretiene (…) ¿qué hay mejor que un actor consiga eso? (Bea)

También me gusta el lenguaje corporal que utiliza con cada personaje que interpreta. No le he visto en muchos papeles, pero entre Fermín, Carlos y Antón, hay un mundo. (Nicole)


Repetiré lo que dije cuando vine de ver la obra, si alguien tiene la remota posibilidad de venir y verlo, que no lo dude. Es un gran actor y sobretodo, una gran persona.(…). Yo, si os gusta Raúl Fernández como actor, no perdería la oportunidad. Porque además si te sientas en primera fila, tienes a un actorazo a medio metro de ti dándolo todo. (Ana)

ES UN PEAZO DE ACTOR. (Laura)

Paramos aquí para no convertir esta entrada en la historia más larga jamás contada. Pero queda lo mejor. Porque cuando hablamos de la persona, del ser humano, es cuando los halagos no se acaban, y cuando cada una, casi sin querer, habéis dejado un poco de vosotras…

Una de breves

Teatro
Ya quedan muy pocas oportunidades de acercarse a La Guindalera para asistir a la representación de Molly Sweeney. La compañía anuncia la última función de esta obra para el domingo 22 de febrero; así que si alguien no quiere dejar pasar la ocasión de disfrutar de este exquisito montaje teatral, de asistir a la genial transformación de Raúl Fernández en Frank, el parlanchín marido de Molly, o de las dos cosas a la vez, tiene que darse mucha prisa. La obra estará el cartel los viernes, sábados y domingos que restan hasta la fecha indicada.

Televisión
Ayer por la noche se entregaron los premios que los lectores de la revista TP conceden a sus programas de televisión favoritos. El internado estaba entre las candidatas a hacerse con el TP de oro a la mejor serie española, pero no pudo con Sin tetas no hay paraíso, ganadora final de la batalla. Las comparaciones son odiosas, pero cuando se coloca a tres series (Cuéntame, Sin tetas no hay paraíso y El internado) en la palestra para competir por un premio, no queda más remedio que asumir esta comparación como necesaria. Y en esa confrontación, se hace evidente que el galardón es tan predecible (por la repercusión que esta temporada ha tenido algún momento de la serie) como inmerecido. Y es que la calidad de Sin tetas no hay paraíso deja bastante que desear a casi todos los niveles, especialmente si compara con la de las otras dos nominadas. Pero esto pretende ser un comentario breve, así que lo dejo aquí, que me pierdo.

Cine
Lo cierto es que lo que sigue, no es en sí una noticia, pero encaja perfectamente en el concepto de breve. Es la intervención de Raúl en la película Semen, una historia de amor, dirigida por Inés París y Daniela Fejerman. Lo cierto es que Raúl está presente a lo largo de toda la escena (abrid muy bien los ojos), pero tendréis que esperar al final para escuchar su linda vocecita. Espero que a pesar de la brevedad, os guste:

Raúl Fernández: un sospechoso habitual

Después del reportaje sobre su casa, hoy recuperamos nuevamente una de las joyas más valoradas de la pequeña colección de entrevistas a Raúl Fernández que hemos ido recopilando; la que concedió el día 6 de octubre al programa Sospechosos habituales de Burjassot radio, justo antes de comenzar la cuarta temporada de El internado.

Resulta interesante escucharla de nuevo a toro pasado, cuando cada una de las pequeñas píldoras en forma de avance que Raúl nos brindó, ha cobrado vida derivando en una historia con la que hemos disfrutado. Sin duda el adelanto más jugoso fue saber que la nueva temporada nos iba a permitir explorar en el pasado de Fermín; por aquel entonces la serie había buceado ya en las vivencias anteriores de muchos de sus personajes, y el resultado había sido casi siempre muy positivo.

Así que esa prometida inmersión en la vida pasada del cocinero me sedujo desde el primer momento, aunque por aquel entonces no imaginase que esa circunstancia podría llegar a enriquecer tanto al personaje. Y es que gracias a ese reencuentro con antiguos fantasmas, hemos visto a Fermín, personaje atormentado por naturaleza, más torturado que nunca; lo hemos visto por primera vez lo suficientemente descompuesto, abatido y roto por dentro, para pensar en abandonar por el camino todo aquello por lo que luchó. Y eso ha dado lugar a algunas de las mejores escenas de la temporada.

Pero esta nostalgia de grandes momentos, no es la única razón por la que merece la pena recuperar la entrevista; se me ocurren al menos otros dos motivos de peso:

El primero es escuchar a Raúl. No a Fermín sino a Raúl, al actor que está detrás del personaje. Y es que oírle hablar es encontrarse de frente con su humildad, que lo abruma cuando le comunican que tiene una pequeña legión de admiradores a los que ha conquistado con su trabajo. Y también es toparse con su naturalidad, que le permite mostrarse como un buen conversador, que a lo largo de la entrevista hace apuntes más que interesantes sobre su personaje, sobre la serie, sobre la fama, ...

El último motivo que me queda para convenceros de que debéis escuchar la entrevista, nos toca muy de cerca. Y es que en ella se hace referencia a las fermarias o fermarías (nadie parece tener muy claro si la i se corona o no con una tilde), nombre bajo el que nos agrupamos los miembros de la “peligrosa organización sectaria” de la que formamos parte las habituales de este blog. Mucho me temo que somos uno de esos gajes del oficio a los que Raúl hace mención, aunque sinceramente yo espero que al menos, seamos un gaje simpático. El grado de presencia fermaría en la entrevista es tal que, Aurora, la chica que recientemente hizo una crónica preciosa de su visita a Molly Sweeney, consiguió que colasen en el programa una pregunta que ella había enviado. Ése es, sin duda, otro punto álgido de la entrevista.

Y no me enrollo más. Estoy segura que si os decidís a prestar vuestros oídos a los dos audios que siguen, vosotros mismos encontraréis muchos otros motivos por los que mereció la pena escucharlos.



Raúl en "Los hombres de Paco"


Cuando uno asocia la imagen de Raúl con su personaje en El Internado, cuesta imaginárselo como un actor con una vis cómica tan marcada. Cuesta incluso identificarle con ese Fermín de la primera temporada, que parecía que iba a desarrollarse como el típico personaje secundario cuyo nombre danza alrededor de otros más conocidos, y que actúa como elemento relajante de una trama con altas dosis de intriga. Ese Fermín ha ganado en profundidad, pero también en oscuridad.

Pero hubo vida antes de El Internado. Hemos hablado mucho en este blog de su trabajo en el teatro, televisión, publicidad e incluso de esos modestos cortos en los que se ha embarcado. Hoy nos vamos a centrar en un personaje episódico al que Raúl dio vida en Los Hombres de Paco.

Sí, la imagen que tenemos en mente de nuestro Fermín y el carácter de esa serie parecen condenados a no entenderse nunca. Sin embargo, Antolín, que es quien hoy nos ocupa, es capaz de medirse en humor a Mariano, Paco y compañía. Y si no, al vídeo que cierra esta entrada os remito.

No es la primera vez que vemos a Raúl en este registro. En teatro, ya se las ha visto con casi todos los géneros habidos y por haber, incluida la comedia. El Andrew de “Odio a Hamlet” es un buen ejemplo, aunque el aderezo de vinagre que contiene lo que la obra plantea le aleja de ese humor inocente, por muy ingenuo que sea su personaje.

En Los Hombres de Paco, Raúl da vida a un Antolín que contiene la misma ingenuidad de Andrew o del Antón de “Fuera de Control”; que inspira la misma ternura que ellos, pero que, a la vez, también me recuerda, inevitablemente, al humor absurdo de aquel Pepe Viyuela que se enredaba con una percha y una silla.

Juzgad vosotros mismos.

Los primeros pasos de Platonov

Ya hay fecha oficial para el estreno de Platonov en el María Guerrero: el 19 de marzo zarpa este nuevo proyecto teatral, en el que, como ya anunciamos hace unos días en exclusiva mundial (ya nos gustaría :P), Raúl va a intervenir.

Estamos seguras de que aún nos queda mucho por contar sobre Platonov, pero por el momento lo único que sabemos es que los ensayos comenzaron el pasado mes de enero. La buena noticia es que tenemos testimonio gráfico de ellos, gracias a un par de vídeos pertenecientes al videoblog sobre la obra, que ha puesto en marcha la página web del Centro Dramático Nacional.

Este primer vídeo se grabó el día 12 de enero, cuando todo el equipo de Platonov se reúne por primera vez en la sala de ensayos. Juramos solemnemente que, si no pestañeáis durante todo el rato que dura, podréis ver a Raúl durante un par de segundos saludando a Carmen Machi:



El segundo vídeo son las primeras impresiones de María Pastor, compañera habitual de Raúl en La Guindalera, con la que también comparte este nuevo proyecto. A mí me ha resultado muy curioso ver por primera vez a María en movimiento fuera de un escenario, pero aún me ha resultado más curiosa la "aparición estelar" de un tipo que se pasea por detrás, mientras ella graba su comentario. ¿A que no adivináis quién es el sujeto en cuestión?



Esperamos que en breves nos deleiten con un vídeo en el que Raúl nos cuente sus primeras sensaciones con respecto a la obra, pero como dicen por ahí, al no haber pan, buenas son tortas. ¿A que sí?

Raúl y la República Independiente de su Casa.


Pocas entrevistas hay de nuestro Raúl Fernández pero ésta en especial es una de mis favoritas; seguramente ya la habrás leído y repasado el vídeo una y otra vez pero nunca viene mal recordar así que Bienvenidos a la República Independiente de Raúl.

Conocido del público televisivo por su papel de 'Fermín' (o Carlos) en la serie El Internado, la serie de Antena 3, Raúl Fernández ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el teatro, además de algún que otro escarceo con el mundo del cine. Este madrileño de toda la vida, cercano y conversador, tiene claro que la solución al problema de la vivienda en España pasa por que el Estado interceda para que todo ciudadano tenga derecho a una vivienda digna. La suya, en la actualidad, es un pequeño 'loft' en La Latina.

"Cuando decidí venirme al centro desde las afueras de Madrid, opté por este barrio, al que le he cogido un apego especial después de haber trabajado y compartido piso durante muchos años en esta zona. Me gusta el ambiente que hay, poder bajar a tomarme algo con una amigo al bar de la esquina, dar una vuelta por el rastro...", comenta.

Los apenas 30 metros cuadrados de la vivienda del actor se compensan con los 31 de la terraza, con la que asegura estar encantado y que ha sido punto de encuentro de varias reuniones de amigos: "Sin duda, elegí esta casa por la terraza que tiene, es mi rincón favorito. Necesitaba un espacio abierto porque me encanta hacer vida fuera e invitar a los amigos. De hecho, el pasado mundial de fútbol lo vimos aquí". No obstante, reconoce que aún no ha podido disfrutarla como le gustaría.

Su independencia le llegó a los 25 años, cuando compartió casa con su hermano en Torrelodones. De ahí, asegura haber deambulado otros seis o siete años hasta establecerse hace casi tres en este pequeño loft, fruto de la partición que hicieron los dueños de una antigua casa de mayor tamaño.

Con una decoración sencilla realizada por él mismo, la vivienda aglutina en un solo espacio cocina, salón y habitación, aunque ésta se reduzca en realidad a un sofá-cama del que, según reconoce, empieza a estar un poco harto: "Los primeros seis meses, dormir en el sofá-cama tenía su glamour, pero después de un par de años he acabado con la espalda destrozada y no se lo recomiendo a nadie. Estoy deseando comprarme un altillo donde colocar una cama elevada".
La cocina es uno de los espacios donde más tiempo pasa Raúl Fernández, quien asegura que no duda un momento en remangarse y ponerse el delantal. Descubrimos, cuando nos muestra orgulloso su coctelera, de la que afirma que no se desprendería por nada del mundo, que es además un experto en la preparación de combinados.

No podrían faltar detalles que aluden a su profesión, como un pequeño rincón dedicado al cine, donde conserva varios VHS de los que no quiere desprenderse, varios pósters de obras de teatro o un storyboard de un cortometraje colocado en la pared. Además, reconoce que hay vecinos que conocen su profesión: "Hubo unos vecinos que me dijeron que me veían en la tele y me oían ensayar las obras de teatro en casa", comenta.

A pesar de que el actor nos afirma una y otra vez que está encantado con su casa, reconoce que si pudiera elegir, viviría en un ático: "Me encantaría vivir en un último piso, aunque no tuviera mucho espacio, pero con terraza y en el centro de Madrid... casi nada, ¿verdad?". En el otro extremo, cree que no sería capaz de sobrevivir en una macrourbanización de las afueras, "ésas donde todo te pilla lejos y es imposible hacer vida de barrio".
¿Cine, teatro o televisión? Ante esta pregunta, a Raúl Fernández le delata el brillo en sus ojos cuando habla de la profesión de actor enmarcada en el mundo del teatro, que permite, frente a la televisión o el cine, «una comunicación directa con el público». «El proceso de trabajo actoral tiene su guinda cuando se levanta el telón y se hace el silencio. Esa sensación es lo mejor que tiene esta profesión», asegura. Y continúa: «Por eso, me quedo con el teatro» –aunque sea de momento, según matiza-.

Con la grabación de los capítulos de El Internado presente, el actor prepara otro proyecto teatral con la compañía Guindalera, pero del que dice no poder darnos muchos detalles: «Estamos intentando llevar a cabo una obra un tanto arriesgada por el estilo y de la que comenzaremos los ensayos en agosto», explica.

"La situación actual de la vivienda viene provocada por que se ha convertido en un privilegio, en un diamante en bruto, cuando en realidad es una necesidad", afirma el actor, quien opina que debe ser el Estado el que ponga los medios necesarios para que cada ciudadano tenga acceso a una casa digna, puesto que "se trata de un derecho".

Y el vídeo aquí:



Fuente

Avance Quinta Temporada

Primeras noticias acerca de la quinta temporada de El Internado, que empezará a grabarse, previsiblemente, en marzo y que parece venir cargada de sorpresas, unas más agradables que otras, más una casi segura (si la audiencia lo permite) sexta temporada.
Al grano:

La cuarta temporada nos dejó una relación rota entre María y Fermín y un acercamiento de Héctor a María. En los próximos capítulos, habrá novedades al respecto. Novedades que quizá nos dejen de piedra o no, según cuando nos hayamos fijado en los capítulos anteriores, ya que los guionistas son muy amigos de hacer pequeños “guiños” escondidos en las escenas de cada capítulo.
Fermín y María, ¿una relación rota? La historia está terminada, al menos por el momento, y quizá sea Fermín quien haya rehecho su vida, ¿o será María la que haya decidido pasar página y empezar de nuevo lejos de Fermín? Una de las respuestas a estas preguntas ES AFIRMATIVA.
Pero, ¿qué será aquello que cause un acercamiento de nuevo en la pareja fermaría? Tranquilidad, quizá no todo esté perdido en esta relación, pero nadie dijo que fuera a ser fácil.


El resto del avance, en lo referente a otros personajes, podéis leerlo completo en http://www.elinternado.webforo.net/

Y ahora, como os podíais imaginar, voy a opinar.

Como es obvio, creo que a nadie que sienta cierta simpatía por el personaje de Fermín puede mostrarse receptivo ante la idea de que se enamorase de alguien que no fuese María. Porque sería vulnerar su esencia.
Fermín es un personaje contradictorio, complejo y lleno de matices. Es un hombre encargado de una misión, frío, calculador, metódico, inteligente. María es quien le convierte en el personaje que es, porque ella hace que sus convicciones se tambaleen y que todo lo que hasta ese momento le ha ocupado, pase a un segundo plano.

María, por su parte, es un buen personaje, y creo que nadie queremos que se limite a ser la chica de la serie cuyo único cometido es ser el vértice de un triángulo que ha de durar tanto como la serie quiera alargarse.

En cuanto al posible acercamiento posterior, sólo dos peticiones por mi parte. La primera, que actúen con coherencia, y no volvamos a ver cosas como en el final de la cuarta temporada, con María en plan veleta. La segunda, que no nos tomen por tontos. Y esto tiene que ver con la coherencia y con los golpes de efecto. El anillo de Fermín en los Archivos Secretos fue uno de los buenos, un cliffhanger de ésos que tanto nos gustan a los seguidores de series americanas, pero que tiene que estar debidamente justificado.

Para terminar, por pedir que no quede. La sexta temporada, desde mi humilde punto de vista, TIENE QUE SER LA ÚLTIMA. No quiero ver una serie desgastada, deformada de tanto alargarla, y sujeta a continuos cambios de horario para que tengan que echar el cierre.
Queremos un final digno, y creo que eso implica, necesariamente, saber cuándo hacerlo.

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