Los personajes que inspiraron a Fermín (III): Sawyer.

Dentro de esta serie de artículos sobre los personajes que inspiraron a Fermín, reparamos primero en aquellos iconos de la literatura o el cine que prestaron algo de sí mismos a nuestro cocinero. Después, era obligatorio mencionar a Fox Mulder, icono televisivo por excelencia de los 90, del que los guionistas de El Internado bien se pudieron haber servido para darle vida a Fermín. Pero sin duda, si tenemos que elegir un personaje (y una serie) que mostrase grandes coincidencias con Fermín (y con El Internado), ése sería James Ford, Sawyer. Y Lost.

Tratando de evitar en la medida de lo posible comparar ambas series, cosa que daría para otra serie de artículos más longeva que ésta, veamos cuánto hay de Sawyer en Fermín.

Sus orígenes, hasta donde sabemos, son idénticos. Ambos quedan marcados desde niños por una tragedia familiar que determinará el sentido de su vida adulta. James se esconde bajo la cama, Carlos bajo una mesa, pero los dos presencian desde ese rincón privilegiado la muerte de sus padres. Y casi en ese mismo instante, iniciarán su venganza, el motivo que les empujará a sobreponerse a ese momento y seguir adelante en busca de los que consideran culpables de su pérdida. James se refugia bajo el nombre de Sawyer, el hombre que sedujo a su madre y provocó que su padre la matara y se suicidara. Carlos también se valdrá, años más tarde, de un nombre falso, el de Fermín, para llegar hasta el asesino de su padre.

Ya en la madurez, antes del presente que hemos conocido de ambos, sabemos que los dos se dedicaron a negocios poco lícitos. James Ford, ya bajo el seudónimo de Sawyer, se dedica a la estafa junto a Cassidy, la mujer con la que tuvo una hija y que acabó delatándole ante la policía. Carlos Almansa, por su parte, se dedica al robo de obras de arte junto a Aurora, de la que poco más sabemos. En ambos casos, nuestros protagonistas terminaron yendo a la cárcel y saliendo de ella a través de métodos no demasiado ortodoxos: Sawyer consigue una reducción tras delatar a su compañero de celda y Carlos sale gracias a Saúl, a cambio de trabajar para él.
Las lagunas de esta época son también similares: en ningún momento queda claro si realmente amaron a las mujeres que les acompañaron en aquel período, o cómo terminan convertidos en criminales.

En el presente de los personajes, podríamos decir que su rol dentro de la historia es prácticamente idéntico. Condenados los dos a ser el antagonista del héroe estipulado por la trama, llámese Jack o Héctor, Sawyer y Fermín representan el otro lado. La corrección contra el impulso, el deber frente al espíritu de supervivencia, el arquetipo de héroe contra el héroe en sí mismo. Y en medio, sea Kate o María, el eje alrededor del cual giran unos y otros, el motivo por el cual los cimientos de James y de Carlos se tambalean y comienzan a cambiar su escala de valores.



Escena a escena, Carlos y James inician un proceso de redención que culmina, en los dos casos, con el sacrificio. Sabemos que Fermín irá a la cárcel para proteger a María y a Iván. Sawyer salta del helicóptero que les lleva de vuelta a sus vidas para aligerar el peso y que ella pueda volver a casa. Las dos historias, la fermaría y la skate, han conseguido calar entre los espectadores, en ambos casos sin ser la relación estrella, y han conseguido dividir a sus seguidores entre los que desean uno u otro final.

En líneas generales, también es fácil encontrar similitudes entre el carácter y el comportamiento de ambos personajes. Los dos suelen mostrarse huraños, irónicos, escépticos. Sawyer usa su sentido del humor, ácido y satírico, para referirse al resto de personajes: Dr. Hace-lo-Correcto (Jack), Al Jazeera (Sayid), Tigre y Dragón (Sun y Jin), Gorila Monila (Hurley), Científico Loco (Faraday) y un sinfín de apodos con los que os podéis divertir un rato sin pincháis aquí.
Nuestro Fermín también muestra un “exquisito” control de la ironía y la sutileza en algunas de sus grandes frases: “Te abrazaría, pero me da cosa que sepas que no reciclo” (a Rebeca), “A partir de ahora, en el único sitio donde van a caer mis babas es en tu plato” (a Nacho), “Si vienes a dormir conmigo, el camisón no te va a hacer ninguna falta” (a María).

Terminemos un artículo tan largo y tan denso poniéndonos superficiales. Porque sí, Sawyer y Fermín se parecen tanto como sus respectivas series. Pero por encima de todo, nos gustan porque son complejos, porque son personajes atípicos, porque son morbosos, porque los dos son unos atormentados de libro (voy a patentar la palabra para este nuestro blog :P), porque nos encanta verles como sufrientes enamorados y porque, seamos sinceras, conocemos pocos tíos tan duros a los que les quede tan bien tener un bebé entre los brazos. :-)

Molly Sweeney, cuando el amor es control y obsesión

No es demasiado frecuente que La Guindalera traslade sus montajes a otros escenarios distintos a los de su pequeña sala madrileña de la calle Martínez Izquierdo, pero el pasado viernes 11 de septiembre, Molly, Frank y el doctor Rice salieron de su entorno habitual para viajar hasta el Festival de Teatro Ciudad de Palencia, y contar allí su historia.

Tampoco es demasiado frecuente que la prensa recoja las opiniones de Juan Pastor, director de La Guindalera, o de María Pastor, Molly encima de las tablas, sobre el montaje del que ambos forman parte, pero la edición digital de El Diario Palentino dio voz a ambos para que explicaran algunos detalles de la obra.

Ésta es la reseña que aparecía en el periódico al día siguiente de la representación de Molly Sweeney en Palencia.


El Festival de Teatro ‘Ciudad de Palencia’ presentó ayer esta producción de ‘Guindalera’, dirigida por Juan Pastor con María Pastor, José Maya y Raúl Fernández

Guindalera, que ya estuvo en la edición de 2007, regresa al Festival de Teatro Ciudad de Palencia en la que es una de sus escasas salidas porque no hace bolos. Se presenta con Molly Sweeney, de Brian Friel, «un renovador del fondo y la forma teatral, figura relevante en la dramaturgia mundial poco conocido en España», señaló ayer Juan Pastor, director del montaje e impulsor junto con Teresa Valentín-Gamazo de este centro de creación, formación y desarrollo de audiencias.

El montaje que se vio ayer es un ejemplo más de lo que se ha buscado en esta trigésima edición del Festival, subtitulada Teatro para una crisis: texto y trabajo actoral. Sobre el primero, Pastor explicó que la traducción del original, «muy poético y muy exquisito», ha sido difícil. «Es -subrayó- una mirada al amor cuando se convierte en control y posesión». «No es más que una metáfora», añade el director, «de lo que a menudo hacemos empeñándonos en arreglar la vida a los demás. El control cuando queremos ayudar es necesario. Es importante preservar la individualidad».

Molly Sweeney se sitúa en el pueblo imaginado de Ballybeg, pero está basado en una historia real. Molly, ciega desde su primera infancia, ha construido una vida plena en la oscuridad. Ahora el regalo de la vista es posible. En contra de lo que le dice su instinto se le apremia a aprovechar la ocasión, pero ver no es conocer.

Interpretan los papeles de esta obra María Pastor, José Maya y Raúl Fernández. «Es difícil sostener un texto sin salir de escena durante una hora y tres cuartos manteniendo la atención del público», afirmó la intérprete de Molly, que subrayó que «es un trabajo de mucho riesgo, que exige un compromiso con el texto».

La particularidad del montaje es que se desarrolla a partir de monólogos de los protagonistas.

María Pastor recordó el buen recuerdo que guarda del público palentino y de lo queridos que se sienten en Palencia. En el miosentido habló Valentín-Gamazo.

Fuente

Aquí podéis ver otro artículo que hace referencia al paso de Molly Sweeney por el Festival de Teatro Ciudad de Palencia.

Promoción Invisible

A menos de un mes para el previsible estreno de la sexta temporada de El Internado, seguimos sin noticias de ningún tipo al respecto. Ni una mísera cortinilla con la que hacer leña o un avance inocuo y sencillito de portones cerrándose. Nada sobre los nuevos fichajes, que sabemos que los habrá, o sobre por dónde irán las tramas de esta nueva entrega.

Parece ser que Antena 3 ha decidido aplicar con la serie una especie de promoción invisible, y después de saturarnos con avances continuos de alguna serie que ya ha fracasado en la segunda emisión, o cortinillas de su innombrable serie de adolescentes con graves taras afectivas, “El Internado” parece haber desaparecido de su mapa.

La razón se nos escapa, porque a primera vista, parece bastante más recomendable publicitar tu producto que colmar la paciencia de los que esperan, especialmente después de que en la última temporada, lo resultados de audiencia fueran más discretos que en tiempos mejores. Reconozcámoslo, a los que pululamos por los foros, blogs o seguimos a algún actor de la serie, nos ponen un fondo negro con un rotulito de “El internado” y nos da para teorizar un par de días sobre los significados ocultos de la banda sonora. Así, uno no sabe si es que a A3 le gusta eso de ponerle emoción a sus estratagemas publicitarias, o es que aún no saben qué narices hacer con la sexta temporada.

Eso sí, desde este rincón, aprovechamos para ponernos reivindicativas, que es lo que mejor se nos da, y pedir que este año, ése personaje que tanto ha calado y gustado al público en general, aparezca en una cortinilla. Asumimos que es de menor interés ver al cocinero luciendo palmito sobre el logo de la cadena que ver a Elena Furiase bailando con Cantizano, pero oiga, nosotros también tenemos nuestro corazoncito y pensamos que el cocinero más intrépido (Lucía dixit) de la televisión se lo ha ganado a pulso. ¿A que sí?

Raúl en Al salir de clase

Estos tiempos de escasez de “noticias internas” hacen que nos devanemos los sesos pensando con qué actualizar el blog, pero a la vez nos obligan a escarbar un poco en el pasado interpretativo de Raúl y rescatar algún papel al que aún no hayamos sacado jugo por estos lares.

Escarbando, escarbando, hemos llegado hasta el año 2001 para recordar una de las primeras veces que Raúl se plantó frente a las cámaras. Aunque hoy él se mueve como pez en el agua por los decorados de una serie televisiva, hace unos años no era habitual que se le presentase la oportunidad de pisar alguno de ellos.

Si no estamos mal informadas un minúsculo papel en El comisario le permitió asomarse por primera vez a la pequeña pantalla en el año 2000. A esa intervención le siguió la correspondiente al personaje episódico que hoy os traemos, en la que Raúl tiene una de las caracterizaciones más bizarras y sorprendentes con las que nos hemos topado hasta ahora.

Esta vez nos sorprende interpretando a un sujeto bastante peculiar, una especie de versión modernizada y socarrona del clásico cobrador del frac. El oso cariñosón, la empresa de cobro de deudas para la que, si nos atenemos a lo que reza en su maletín, este individuo trabaja, ha decidido renovar los atuendos de sus empleados y hacerles sudar la gota gorda para ganarse un sueldo, ataviándolos con unos disfraces de osito de peluche que provocan un calor horroroso con sólo verlos.

La serie que nos permitió ver a Raúl metido en la piel de un plantígrado (literalmente) no es otra que Al salir de clase, el primer culebrón destinado a un público eminentemente adolescente que se hizo en España. Al salir de clase estuvo torturando las mentes más jóvenes de este país en pantalla desde 1997 hasta 2002, y vio pasar por ella a muchos actores y actrices que posteriormente han sido carne de cine y televisión. La lista es interminable a la par que variadita en cuanto a talento interpretativo: Pilar López de Ayala, Sergio Peris Mencheta, Lucía Jiménez, Hugo Silva, Marián Aguilera, Rubén Ochandiano, Elsa Pataky, Fran Perea, Raquel Meroño, Rodolfo Sancho, Leticia Dolera, Alejo Sauras,...

Raúl no tuvo ningún personaje protagonista en esta serie, pero hizo la pequeña intervención que os traemos por cortesía de samureta, en la que está bien resalao. No os la perdáis.


Vídeo extraído de la web oficial de Raúl

Molly Sweeney: el público opina

Molly Sweeney de Brien Friel cobra vida de nuevo mañana 17 de septiembre en la sala Guindalera. María Pastor vuelve a meterse en el papel de la mujer que da título a la obra, José Maya en el del doctor Rice, el otrora prestigioso cirujano que tratará de devolver la vista a Molly, y nuestro Raúl Fernández en el de Frank, el parlanchín marido de la protagonista. De este modo, Raúl vuelve a compaginar los rodajes de El internado con el teatro, género en el que se siente especialmente a gusto.

Durante la temporada en la que Molly Sweeney estuvo en cartel, el montaje no sólo recibió los elogios de la crítica, sino también los de de Ana, Carol y Bea, que elaboraron para este blog una crónica de su paso por La Guindalera, contándonos sus impresiones sobre la sala, la obra y sobre el propio Raúl.

Pero ellas tres no son las únicas que salieron encantadas con Molly Sweeney. Navegando por la red, hemos encontrado opiniones de personas que se plantaron frente al escenario de La Guindalera y disfrutaron durante casi dos horas de teatro de calidad.

La primera particularidad de Molly viene dada por una de las características de la sala, y es por tanto afín a todas los montajes que allí se llevan a cabo. Ésta no es otra que la cercanía inspirada, que brinda al espectador la sensación de estar imbuido en la propia historia.

Un ambiente muy especial, creado tanto por la actuación y el texto, como por el entorno: un teatro pequeño, íntimo, sin separación entre los actores y el público, de modo que uno acaba sintiéndose parte de la obra. Esther

Cerrar los ojos e imaginar que si acudimos a La Guindalera estos días encontraremos aquellas sensaciones que esperamos, no oír ni ver, sino sentir como espectadores sensibles que acuden a una velada de teatro. Juan Carlos

Centrándonos ya el Molly, comprobamos que hay dos aspectos que sobresalen sobre todos los demás: la reflexión a la que el texto invita, y el alto nivel de los intérpretes.

Molly Sweeney es una de esas historias que no acaba cuando terminan de contártela, porque obliga al que la ve a plantearse algunas cuestiones. Veamos lo que dijeron a este respecto algunos de sus espectadores:

Es de las piezas artísticas que no terminan con el fundido en negro final, sino que dan lugar a una enriquecedora conversación posterior. Fernando

No recordaba estremecerme tantas veces en una obra, teatro con mayúsculas, del de verdad, del que te acompaña una vez abandonada la sala durante mucho tiempo y que no se olvida fácilmente. Pedro

Un texto brillante, claro y limpio que plantea un buen tema para la reflexión y la conversación. PedroJ

Pero sin duda el comentario más repetido es el gran atractivo del plantel de actores con el que Molly Sweeney cuenta, con mención especial para María Pastor, cuya Molly fascina a todos los espectadores. Éstos son algunos de los elogios que el público dedicó a los intérpretes:

Un José Maya y un Raúl Pastor soberbios y una María Pastor en estado de gracia absoluta que emociona y transporta. Pedro

Tres buenos actores, especialmente buena y destacable es la interpretación de Molly, es tan buena que se come la obra. Pablo

El trabajo de los actores es sorprendente. Ambos hombres están insuperables. Y María Pastor nos enamoró desde el primer instante, con su frescura y su inmensa capacidad para hacernos descubrir el drama de Molly. Una actriz de una proyección incalculable. José Alberto

Después de leer esto, sólo se me ocurre decir que afortunadamente los que no pudimos ver entonces Molly, tenemos a partir de mañana una nueva oportunidad.

Podéis ver más fotos del montaje aquí.

El mal ajeno: un pequeño gran proyecto.

Fuera del mundo del cortometraje, donde Raúl ha sido protagonista y director en varias ocasiones, su incursión en el mundo del cine ha sido más que breve. Ya hace tiempo que os ofrecimos en el este blog su breve intervención en la película “Semen, una historia de amor”, en la que interpretaba a un camarero que aparecía sólo una vez y de lejos. Al margen del desperdicio de talento que esto supone, la escena es una especie de coitus interrumptus en la que cuando empiezas a disfrutarlo, termina su intervención en ella.

En “El mal ajeno”, Raúl tendrá la segunda oportunidad de meterse en la pantalla grande, aunque sabemos que lo hará en un papel muy breve, suponemos que al estilo de la primera aparición que hemos mencionado arriba.
Aún así, y si tratamos de ser objetivos, esta producción nada tiene que ver “Semen”.

Dirigida por Oskar Santos y escrita por Raúl Sánchez Arévalo, que ya demostró de lo que es capaz en “AzulOscuroCasiNegro”, “El mal ajeno” cuenta con un plantel de actores que es, cuando menos, atractivo: Eduardo Noriega, Belén Rueda, Angie Cepeda y nuestro queridísimo Carlos Leal, compañero de Raúl en “El Internado”.

Alejandro Amenábar, cuyo nombre ya es, en sí mismo, una garantía; apadrina este thriller psicológico ambientado en un hospital. El protagonista es Diego, un médico inmunizado ante el dolor ajeno, que recibirá un día a una paciente, Sara, que ha intentado suicidarse. El compañero sentimental de la chica señalará al médico como culpable de lo ocurrido y, durante un encuentro entre ambos, el chico amenaza a Diego con una pistola. Horas después, el médico sólo recuerda el sonido de una detonación y la extraña sensación de haber recibido algo más que un disparo.

Así a bote pronto, y a riesgo de equivocarme, hay que reconocer que esta película resulta bastante más atractiva que la idea planteada en “Semen…”.

Por eso, que la intervención de Raúl en ella sea tan pequeña como lo fue en la primera, no implica que no haya un avance. En este caso, preveo, será algo bastante más enriquecedor, al compartir cartel con los apellidos Noriega, Rueda y Egido; y tener la oportunidad de trabajar con un director con la proyección que tiene Oskar Santos.

Seguro que este año, el cine español gana unas cuantas nuevas adeptas. :P

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El internado: abriendo caminos

Hace unos días escuchábamos a Raúl decir en una de sus entrevistas que estaba sorprendido por el éxito cosechado por El internado, que ha permitido a la serie llegar sin problemas de audiencia hasta su sexta temporada. No seáis malpensados; en la entrevista Raúl dejaba claro que su sorpresa no estaba motivada por la falta de confianza en el producto en el que sus huesos fueron a parar hace ya un par de años, sino en lo difícil que resulta para cualquier serie que un número suficiente de espectadores decida emplear su tiempo en contemplarla.

Lo cierto es que el éxito de El internado llama aún más la atención, si se tiene en cuenta que una buena parte de las producciones que conseguían buenos resultados en el momento en que llegó a la parrilla, no habían cambiado demasiado su patrón desde los gloriosos tiempos de Farmacia de Guardia o Médico de familia. En definitiva la ficción española llevaba mucho tiempo decantándose por series de temáticas recurrentes y bastante simples, corte familiar y lo que era menos alentador, mínimo riesgo.

Pero llegó El internado y consiguió audiencias más que aceptables introduciendo en el panorama televisivo elementos diferenciadores de otros productos: el misterio como base sobre la que construir una historia, los fenómenos sobrenaturales completando la atmósfera inquietante (vale, en ocasiones cutres y mal llevados, pero no podemos negar que la serie fue pionera en incorporarlos), el empleo de flashbacks para explicar situaciones presentes, la temática nazi como telón de fondo, … Algo de esto contamos hace ya tiempo en una de nuestras actualizaciones, y algo de esto cuenta también el artículo publicado en la revista Cine y acción que samureta consiguió para la webforo.

Como bien apunta este último texto, antes de El internado algunas producciones como El pantano o Círculo rojo intentaron hacer comulgar a los televidentes de este país con el misterio, pero ninguna de ellas encontró el éxito como recompensa. Para los que no hayáis hecho click en el enlace, diré que además, el artículo considera que el haber sabido ver que este género interesaba sobre todo al sector adolescente, es uno de los grandes aciertos de la serie. Bien, pues éste es uno de los puntos con los que yo no acabo de concordar, porque me consta, y este blog es buena prueba de ello, que esta producción ha conseguido enganchar también a ese público joven pero ya adulto, que El pantano o Círculo rojo buscaban para sí.

No obstante, tampoco quiero ponerme demasiado quisquillosa, porque el análisis general que la revista realiza me resulta bastante interesante, y porque coincido plenamente con la idea de que El internado abrió un nuevo camino para la ficción televisiva española. Como ejemplo ilustrativo puede valer Hay alguien ahí, la serie de Cuatro que se ha arriesgado a contar una historia diferente, utilizando los fenómenos paranormales como pilar sustentador. Ambas series distan bastante en casi todos los aspectos, pero cabe pensar que el buen funcionamiento de El internado ha podido ayudar a que los responsables de la ficción española comprueben que asumir riesgos no tiene por qué ser necesariamente malo.

Ya os podéis imaginar que estando colgado este artículo donde lo está, no todo van a ser flores para la serie de Globomedia, porque ¿qué sería de nosotras sin poder repartir estopa a diestro y siniestro?

A pesar de las innovaciones que El internado trajo debajo del brazo, mantiene una tradición bastante arraigada en nuestras series: la de buscar espectadores con edades comprendidas entre los 5 y los 90 años. La propia Laura Belloso explicaba hace unos días en el I Festival de Televisión de Vitoria, que la productora “tiene la ambición generalista de llegar a todos los públicos”. Esto, que por si sólo no constituye una garantía de éxito, es a mi entender más responsable del triunfo de El internado, que el hecho de contar con unos cuantos pseudoadolescentes buenorros entre sus filas. Pero a su vez, este target tan amplio que busca, no sólo esta serie, sino la mayor de las producciones nacionales, constituye una carga que impide a los productos patrios alcanzar el nivel de la idolatrada ficción americana. Vale, no tanto como las diferencias de presupuesto entre unas y otras, pero también influye.

En definitiva, El internado no es aún esa gran serie de producción netamente española que romperá todos los moldes, pero al menos consigue comenzar a resquebrajarlos.

Fermín da la vuelta al mundo.

Mientras en Francia esperan el estreno de “L'Internat” para esta temporada, “Boarding School” ya ha sido todo un éxito en Hungría. “El Internado”, en su formato original”, ha revolucionado México en el último año.

Es innegable que a Globomedia y Antena 3, la jugada les ha salido redonda. Apostaron por la intriga, el misterio y la calidad y se están viendo recompensados por un fenómeno que arrasa en cada país que pisa.
Por desgracia, a nosotras nos quedan muy lejos las posibles ganancias de productora y cadena, así que vamos a lo que nos interesa. ¿Habrá calado hondo nuestro Fermín en los corazones foráneos? Vamos a darnos una vueltecita por el mapa, a ver qué nos encontramos.

En Francia, Carlos Almansa jamás podrá asemejarse al nuestro. Y no, no tiene nada que ver con ése tópico sobre la frialdad de los galos ni con que yo esté teniendo un ataque de patriotismo. Nuestros vecinos decidieron comprar sólo el formato para después, emulando a Juan Palomo, guisárselo y comérselo ellos solitos. Así que tengo que permitirme dudar que este señor, que podría interpretar al cocinero / investigador más intrépido de la televisión, posea el sex-appeal necesario para darle a su personaje ése morbo que tan bien ha sabido imprimirle nuestro Raúl. Aún así, hay que reconocerlo, el tráiler tiene su punto:


De Francia a Hungría, donde “Boarding School” ha roto moldes. He aquí el tráiler.

Nuestro cocinero favorito tuvo incluso su propia página web, ahí es nada. Por desgracia, la chica que la llevaba ha tenido que ocuparse de otros menesteres y tuvo que cerrarla, pero si habéis pinchado en el enlace anterior, aún tenéis oportunidad de disfrutar del espectáculo, un tanto bizarro para nosotros, de ver a Raúl rodeado de palabras absolutamente incomprensibles bajo el título “Le amamos Raúl Fernández”. A eso le llamo yo traspasar fronteras. ;)

Nos saltamos el continente asiático, que hasta donde sabemos aún no ha tenido la suerte de disfrutar de las aventuras y desventuras de Fermín y compañía, y nos vamos al continente americano. En México, la serie y el personaje también se han ganado a buena parte del público. Buena muestra de ello son la gran cantidad de visitas que recibimos en este blog desde ese país, además de la abundante cantidad de mails que nos llegan pidiéndonos más información sobre Raúl Fernández. No hay más que echar un vistazo a la lista de seguidores para encontrar a varias personas llegadas desde México, a las que invito a participar contándonos cómo se ha vivido allí el fenómeno de “El Internado”. Para hacernos una idea, un anuncio promocional de la serie. Quedarás atrapado.

Un poquito más arriba, en Estados Unidos, nuestra Nicole espera que alguien, algún día, se digne a estrenar la serie en territorio americano. Ella fue una de las impacientes que se unieron a este grupo de seguidoras de Raúl antes de que la serie se estrenase en sus países, igual que ocurrió con nuestra estrellita-fugaz, que para cuando llegue “L’Internat”, será ya una experta en la materia.

Así pues, aprovecho este políglota artículo para dar las gracias a todos aquellos que nos visitáis desde otros países, que nos seguís aquí y en facebook, que nos mandáis correos o que, simplemente, pasáis de vez en cuando buscando noticias sobre Raúl. Cada uno de vosotros hacéis que este rincón sea un poco más interesante. Gracias.

Avance de la sexta temporada de El Internado.

Hace ya un mes que comenzaron los rodajes de lo que será la sexta temporada de El Internado. Gracias a Forna, administradora de www.elinternadoweb.com, tenemos las primeras claves que regirán este nuevo período, así como algunas pistas de lo que está por venir.
Hace aproximadamente un mes que el equipo de El Internado se incorporó a los rodajes de lo que será la sexta temporada, y será dentro de un mes cuando los nuevos capítulos vean la luz que, a pesar de no estar cerrada la fecha de estreno, se espera que sea a principios de Octubre. Al menos dos desapariciones se unirán a la larga lista de desaparecidos/muertos que este internado acumula en sus últimos meses.

El final de la última temporada estuvo cargadito de escenas que nos dejaron con la boca abierta y de las que aun, a día de hoy, se sigue teorizando. Muchas son las preguntas que nos hacemos y, aunque os podemos contar poco, intentaremos adelantar algunas cosas que podremos ver en los primeros capítulos.

Como ha ocurrido en anteriores temporadas, el ritmo de rodaje es intenso y muy variado, pues a día de hoy están rodando escenas del segundo y tercer capítulo de la sexta temporada y ya empiezan con algunas del cuarto capítulo. Como es habitual, habrá nuevos personajes que se incorporen al reparto de El Internado y aunque es algo que se mantiene muy en secreto, podemos adelantaros que habrá al menos una profesora, además de familiarizarnos con dos caras nuevas que nos desvelarán cosas del pasado de uno de los personajes.

Amores que perduran
El amor, ingrediente fundamental en estas cuatro paredes que encierran a los alumnos y profesores de La Laguna Negra, seguirá respirándose en un ambiente que cada vez está más tenso tras los sucesos de los últimos días de curso: un incendio en la sala nazi donde Rebeca es herida, la muerte de Nacho de la cual sólo tienen conocimiento los jóvenes, la posibilidad de que haya un topo entre ellos, o el inminente internamiento en un centro psiquiátrico de María tras ser entregada a la policía por su hijo... A pesar de todo, el amor continuará siendo el punto fuerte de algunos de los personajes que seguirán aferrados a sus parejas para sobrevivir el día a día en ese peligroso internado, ¿se formará alguna nueva pareja?

¿Que le ha ocurrido a Héctor?
Por otra parte, Héctor de la Vega que fue "secuestrado" por su entonces amigo Hugo al descubrir la intención del profesor de abandonar el internado con Marcos y Paula, y como ya han adelantado algunas páginas y revistas, ya no estará en El Internado cuando sus compañeros de trabajo se quieran dar cuenta. ¿Qué le ha ocurrido a Héctor de la Vega? Marcos sigue siendo menor de edad, y el que ha sido hasta ahora su tutor ya no está, ¿quién se hará cargo del joven alumno y su hermana? Es probable que a más de uno le pille por sorpresa.

Un embarazo en un lugar poco seguro
Otra de las tramas que quedó abierta para la nueva temporada fue el embarazo de Amelia, que tras tener una tórrida historia de amor con Marcos, ambos se separaron tras enterarse éste de la posición de Amelia en toda la trama de Géminis. Tras perder a su hermano, Amelia no lo tendrá fácil, su embarazo será de lo más complicado seguro y además, deberá mantenerlo en secreto si realmente quiere lo mejor para su bebé. Pero, ¿cómo hacerlo cuando los primeros malestares de un embarazo empiezan a apreciarse?

Amistad, pero con desconfianza
Los jóvenes se mantendrán unidos aunque las disputas y la desconfianza no tardaran en aflorar en un ambiente en el que nadie se fía de nadie, Nacho fue claro antes de morir: Hay un topo. Una mirada diferente, una conversación con alguien inesperado o extrañas reacciones entre algunos de ellos podría ocasionar que las miradas de sus compañeros en busca del topo se centraran en una única persona. Pero soñar es gratis y, aunque sin bajar la guardia, la huida del internado por parte de los jóvenes será algo que no caerá en el olvido: El internado en el que viven no es seguro, y quieren salir de allí.

¿Quién recuerda a María?
María es otra de las grandes incógnitas de la última temporada. En el último capítulo no hicieron falta las palabras para ver lo que María sintió al recibir la inesperada visita de su hijo después de que éste la delatara ante la policía. Marta Torné que es posible que aun no haya pisado los decorados de la serie, estaría rodando en exteriores más secuencias en el psiquiátrico que tiene encerrada a su personaje de nuevo. Estamos seguros que, a pesar de que Fermín se mantuvo distante la temporada pasada, será esta la temporada que nos devuelva la ilusión a todas las personas que nos sentimos fermarias de sangre. ¿Volverá María a intentar escaparse del psiquiátrico? ¿Alguien conseguirá que su libertad sea por fin un hecho? De apostar, apostaríamos a que será Fermín o Iván los que logren sacar a María del psiquiátrico pero la cuestión será ¿cómo? En el caso de Fermín, no es que las buenas formas sean algo habitual en su vida independientemente de las razones que tenga para actuar así, pero siendo María el amor de su vida, ¿cuánto estaría dispuesto a arriesgar por ella? ¿Buscará ayuda para llevar a cabo su misión? Hasta que veamos, o no, a María poner un pie en la calle, sin duda veremos a una mujer destrozada por la soledad y angustia que le rodea en un psiquiátrico que resulta cuento menos, sospechoso, pues recordemos que allí fue también donde estuvo internada Julia. En caso de que sea Iván, ¿tendrá la ayuda de Julia que tiempo atrás estuvo ingresada en el mismo centro?

En definitiva, muertes, sospechas y desconfianza serán algunas de las dosis fuertes de esta temporada que viene cargada de más acción. Conoceremos el pasado de algunos personajes y continuará una de las tramas principales de la serie, el proyecto Géminis. Recordemos que Iván es uno de los últimos infectados como pudimos ver en el final de la quinta temporada. Los alumnos anteriormente infectados no tardaron más de 48 horas en morir tras comenzar a notar los síntomas, pero, a pesar de que Iván no ha sido todavía protagonista de uno de los archivos secretos que de alguna manera, "asegura" su continuidad en la trama, Iván es uno de los personajes fuertes de la serie y tiene aun mucho que decir, así que confiamos en que su supervivencia forme parte de la sexta temporada. ¿Qué supondría eso? ¿Tiene el antídoto? ¿Es él la clave para conseguirlo? Esta temporada, promete.

Texto redactado por Fornarina, administradora de
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El ingenio en la seducción

No hace demasiado tiempo estaba mal considerado que las mujeres tomasen la iniciativa en el amor. Sin ir más lejos, la sociedad del momento asignaba a nuestras abuelas el papel de recatadas damiselas que debían esperar pacientes a que un caballero (el llamado macho alfa) se acercase a ellas para proponerles un noviazgo serio y formal. Si esto sucedía hace tan sólo unas pocas décadas, no quiero pensar lo que supondría en el siglo XVII, cuando Cervantes escribió Laberinto de amor, que una mujer diese el primer paso en una relación.

A pesar de las restricciones impuestas, no me cabe duda que tanto nuestras abuelas como las mujeres del siglo XVII tenían recursos más que suficientes para conseguir llamar la atención del individuo al que habían echado el ojo, y a su vez guardar las apariencias de inocentes señoritas. Será que la represión agudiza el ingenio.

Julia y Porcia son dos mujeres nacidas de la pluma de Cervantes que, hartas de esperar un cortejo que nunca llega, deciden pasar a la acción. La estratagema que ambas usan para su conquista pasa por la utilización de atuendos masculinos que les faciliten un acercamiento al hombre del que se han prendado. Porcia va aún más lejos y emplea un engaño tan zafio como el de hacerse pasar por la dama de la que su pretendido se ha enamorado para, a través de esta vil treta, conseguir casarse con él.

Pero nos centraremos ahora en la dulce Julia, que para eso es ella la que quiere echar el lazo a Manfredo (nuestro Raúl Fernández). El primer fragmento del siguiente vídeo se sitúa justo después de que esta valiente dama embutida en el disfraz de Camilo, su alter ego masculino ocupado en convencer a Manfredo de las beldades de la tal Julia y del amor desmedido que ella le profesa, haya conseguido sembrar en su iluso oyente cierto interés por tan amante muchacha.

Manfredo finalmente se decide a visitar a la misteriosa dama, pero con el fin de entregarla a su padre y con este noble gesto comenzar a restaurar su dañado honor de caballero. Ante la difícil situación que se le plantea, Julia, de nuevo metida en la piel de Camilo, se ve obligada a improvisar un nuevo embuste. Mientras, vemos cómo a pesar de sus esfuerzos por evitarlo, la curiosidad de Manfredo por la mujer de la que su compañero de fátigas le ha hablado sigue creciendo. Por el momento, él inclina la balanza del lado de su prometida Rosamira, pero Julia no es mujer que se rinda fácilmente, y en los últimos segundos del vídeo vemos como la indoblegable doncella consigue su objetivo. Como la mayoría de nuestras abuelas, supongo.


Fragmento de vídeo extraído de la web de María Pastor