Crónica de una visita (by Bea)

Había una escena en una película que vi en la que el protagonista regresaba a un lugar tiempo después y comprobaba a través de sus ojos adultos que este había perdido su encanto, y que todo lo que apreció parecía completamente distinto, ajado, sin luminosidad. Pero sin ponerme en plan poetisa, que tampoco es cuestión, diré que curiosamente nueve meses exactos después a cuando lo hice la primera vez, aparecí de nuevo en la puerta de La Guindalera (si me hubieran dicho entonces que repetiría visita en un mismo año no me lo habría creído) y teniendo al lado cierto conocimiento de lo que una espera encontrarse, el ánimo le permite no centrarse tanto en los pequeños detalles e ir sabiendo que vas a pasar un buen rato sin pedir mucho más y sin que el lugar resulte diferente.


Fue un encuentro lleno de humor gracias a la compañía que llevé y posteriormente para mí bastante entrañable, así que puedo decir que la experiencia fue de lo más satisfactoria, eso sí a doble velocidad porque lo que esperas siempre transcurre después más deprisa de lo deseado, como siempre que te lo pasas bien. Y más si es la segunda vez.

Lo que triunfó como pasarela actoral en el buen sentido durante esta visita fue el pasillo, pues por él vimos desfilar a todo el elenco mientras hacíamos tiempo entre toques de humor y miradas furtivas del taquillero que parecía pensar qué planes y de qué tipo podían tener las cuatro mozas y el mozo allí sentados esperando a que llegase la hora de la función.
Una vez dentro nos deleitamos para bien con los carteles de la obra recordando con cada uno de ellos muchas de las entradas que pueblan este blog.

Se puede pensar que cuando vas a ver una obra por segunda vez no aprecias diferencia alguna pero en mi caso no fue así. Para empezar aunque pueda parecer una tontería nos sentamos en la primera fila, así que parecía que Raúl al que tenía justo delante me estaba impartiendo aún más una lección casi gratuita de texto, expresión corporal y gestual. Y yo encantada de la vida porque no se puede decir que fuera una entusiasta del teatro hasta que conocí su trayectoria profesional gracias a él y a estas chicas;) y ahora controlo un poquito más de Chejov, de Brien Friel, o incluso de Harold Pinter y de su Traición, autor y obra de la que me hablaron en un encuentro aquí en Albacete en esta primavera.

Enfocándome en la obra y más concreto en los personajes hablaré en esta ocasión de los tres, el doctor Rice, Molly, y Frank desde mi punto de vista. Si el doctor es la visión objetiva de la pareja desde fuera, raciocinio y la esperanza quizás más para si y su carrera que para Molly, Frank es el entusiasmo dibujado en su personalidad, deseoso de compartir sus estrambóticas ideas con todo el mundo para hacerles partícipes de su disfrute por alocado o falto de razón que pueda parecer. Cuando la conoce es entusiasta y le transmite a ella las ganas de querer una cita, haciéndote confirmar que es bueno tener a una persona positiva a tu lado que te llene de su alegría, del amor que este profesa hacia todo lo que le gusta ya sean cabras iraníes o engramas a toda velocidad, pero el problema llega cuando desea transformarla haciendo de su mujer su causa. Y ahí llega la caída de esta que se autoconvence de que el cambio que sufrirá para su futuro es lo mejor, lo correcto por opiniones colaterales desencantándose ambos con el resultado final pues cuando el experimento fracasa este fracaso es de Frank y de Molly, ella desde un plano más médico y él desde el moral, un juez mucho más cruel que le llena de pesadumbre, mientras su decadencia mutua como pareja es observada sin poder hacer nada por Rice que es el que más se asemeja examinándoles a los que nos sentamos en el sillón. Así cuando Molly acepta operarse nos da el mensaje de que siempre queremos más a pesar de lo bien que estemos sin pensar en las consecuencias de los cambios, puesto que nada permanece eternamente en la felicidad conocida sin que esta se transforme sin poder apenas hacer algo después de tirarse a la piscina.

Y es que la señora Sweeney parece querer observar para contentar a aquellos que le han proporcionado la luminosidad que en realidad es la que importa, la interior, y al lograr ver ella se transforma igual que la belleza de las flores que nombra, perdiendo su esencia, su diferencia y lo que la convierte en lo que es para gustarle a los demás y a si misma y así dar con una obra que vale más no solo por lo que te enseña, si no por lo que uno piensa después.

Ya para terminar aparte de la función me gustaría destacar la amabilidad de José Maya y la conversación que tuvimos posteriormente con Raúl acerca de la serie, la publicidad, y la obra que les estaba dando muchas alegrías comprobando para la mía que seguía igual de sencillo, simpático y atento a los detalles, hasta para recordarme.

¿Repetimos el año que viene con otra?

Encuentro con Raúl (Avance)

Como algunos ya sabéis, el pasado fin de semana, dos de las administradoras del blog y dos habituales de éste, tuvimos la oportunidad de compartir unos minutos con Raúl tras disfrutar, en vivo y en directo, de ésa fantástica historia que es "Molly Sweeney".

En los próximos días, cada una de nosotras, a título individual, os contará que nos ha parecido la experiencia, tanto en lo referente a la obra como a nuestro encuentro con Raúl. Pero hasta que ese momento llegue, aquí os dejamos un aperitivo.


Junto a Raúl, Beatriz y Lucía, comentaristas y seguidoras de este blog. Al otro lado, el que ha sido vilmente cortado, las administradoras de este rincón, que prefieren seguir manteniendo el misterio respecto a su apariencia.

Os podemos adelantar que Raúl estuvo muy agradable, simpático y agradecido con nosotros; que tuvimos la oportunidad de hablar brevemente de "Molly Sweeney", de "El Internado" y de algunos aspectos cercanos a la serie que ya os iremos contando.
Mención especial para José Maya, compañero de Raúl en la obra y hombre encantador donde los haya; y para el inmenso trabajo de María Pastor en la obra, sobre el cual nos explayaremos en futuras entradas.

Muy pronto, más y mejor. :)

Por los viejos tiempos...

... Aquellos en los que Fermín aparentaba ser un inofensivo cocinero mientras escondía pistolas en el armario.


...Aquellos en los que Fermín era misterioso y ambiguo...




... Aquellos en los que investigaba a solas, con un par de cuerdas e ingenio, sin poderes paranormales...


... Aquellos tiempos en los que Fermín tenía debilidades...


¿Volverán los buenos tiempos?

Vídeos promocionales: descubre al traidor

De los creadores que cosecharon grandiosos éxitos con Nada está escrito durante la temporada anterior, llega la nueva cortinilla publicitaria Descubre al traidor. Tan sólo unos pocos segundos sirven para centrar al espectador, haciéndole saber cuál será la trama estrella de la sexta temporada de la serie.



Escalofriante, ¿verdad?

Ya en los últimos episodios emitidos, los guionistas se sacaron de la manga (¿o tal vez fue de los foros de la serie?), la existencia de un traidor entre el grupo de adolescentes. No es que la idea sea mala en absoluto; de hecho hubiese sido muy potente en la primera o segunda temporada, cuando todavía no teníamos bien definidas las personalidades de los protagonistas y aún ningún forero había pronunciado una palabra acerca de engaños o traiciones.

Ahora que todos y cada uno de los miembros de la pandi ha demostrado su lealtad al grupo y ha puesto su granito de arena para que la investigación vaya hacia delante, los dos caminos que la trama puede seguir no son muy alentadores: acabar con una incongruencia muy grande si cualquiera de los chicos es un infiltrado de Géminis, o con una tomadura de pelo colosal, si después de tanto bombo nos quedamos compuestos y sin topo.

Pero esto no es todo, ¡que va! En la página oficial de Antena3, nos meten aún más miedo en el cuerpo, incluyendo en la encuesta ¿Quién es el topo de El internado? a los tres renacuajos que campan a sus anchas por el colegio: Evelyn, Paula y Lucas.

Por si fuera poco raro que cualquiera de los alumnos mayores esté aliado con el enemigo, nos presentan a unos peques de siete años como posibles colaboradores de una organización nazi altamente secreta. Ver para creer o, más castizamente, pa´mear y no echar gota.

El anuncio de la sexta temporada no podía ser menos, y sigue también esta línea “”topera” de todas las promociones que han salido a la palestra hasta este momento. Aunque siendo justos hay que reconocer que está bastante elaborado y consigue un ambiente inquietante. Juzgadlo vosotros mismos.



En cualquier caso, cuando se tiene a todo el público de El internado preguntándose qué personaje está traicionando a sus amigos, en lugar de teorizando sobre qué carajo pasa entre las cuatro paredes del colegio, es porque algo importante está fallando: la clave del misterio ya se ha desvelado y, en mi humilde opinión, eso es algo que nunca debería haber pasado hasta que no se vislumbrase con claridad el fin de la serie.

Un año de blog.

Hace hoy justo un año que se publicó la primera entrada en este blog. Justo el mismo día en que tres chicas, aquellas que no sabían lo que era un gadget ni cómo usar un blog, decidieron poner a prueba su habitual torpeza cibernética para escribir sobre un actor que se había colado en sus vidas así como el que no quiere la cosa.

Desde ese día, esta partícula de polvo en el enorme cosmos de páginas web, redes sociales, fotologs, tuentis y facebooks, se ha expandido por el resto del universo cibernético: un canal en youtube, ese gigante cabrón que, a veces, se niega a subir nuestros vídeos; un canal en dailymotion, el hermano feo que usamos cuando el famoso no entra por el aro; un canal de seguimiento del blog y otro como muestra de apoyo a Fermín y María en facebook que van incrementando su número de admiradores día a día.

48 seguidores y 19.000 visitas. Mucho más de lo que nos podíamos imaginar en un principio. Podríamos decir que son sólo números y que las cifras no nos importan. Pero obviamente, tras cada seguidor, tras cada visita que se repite, hay alguien a quien le gusta leer lo que aquí se cuenta, y eso siempre es digno de agradecer.

En este año, hemos disfrutado (y sufrido) la cuarta y quinta temporada de El Internado, asistimos al éxito de público y crítica de “Molly Sweeney”, seguimos atentos la evolución de los ensayos y el devenir de “Platonov”,contamos la nominación de Raúl en Montecarlo. Y además de las novedades, hemos procurado también escarbar en el pasado de Raúl como actor y director para que la visión que todos tenemos de su trayectoria fuese más allá de “El Internado” o sus últimas obras teatrales.

Gracias a escarlata, que no se lanza demasiado a escribir pero es la más eficaz buscadora de novedades para este blog, descubrimos algunas de nuestras joyas más preciadas: Raúl haciendo de guía en un rodaje, enseñándonos su casa, la iniciativa Entra en escena, la entrevista en vídeo para NCI, el reportaje Trotamundos o su último proyecto, el corto Chupertópico.

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Parchís es casi todo en este blog. A veces encuentra información sobre trabajos antiguos que creo que sólo es accesible a ella, porque ningún otro ser humano sería capaz de armarse de la paciencia suficiente para coger un poco de aquí, otro poco de allí, y sacarse un artículo para quitarse el sombrero. Aparte de eso, monta casi la totalidad de los vídeos que veis en este rincón, sube imágenes, se inventa botones con powerpoint y hasta es la artífice casi exclusiva de la creación de todos ésos gadgets que veis en el blog y que quedan tan bien.
Sus artículos son prácticamente la mitad del espacio que ocupamos, y es casi imposible elegir unos pocos. Gracias a ella descubrimos el trabajo de Raúl en el Teatro del Duende y Agencia Teatro, el corto “En el frigo”, las series “Fuera de Control” y “Al salir de clase”; nos contó un cuento y nos enseñó casi a viajar en el tiempo a través de “Traición”.

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Y como en todas partes, aquí también hay una mala. La que aquí escribe es la que perpetra esos artículos que tratan de ser de humor y muchos de aquellos que desprenden mala idea: las bases fermarías (Fermaría Rules!); De apellido, Fernández; alguna situación inventada para tratar de discernir el porqué nada está escrito; el Manifiesto Fermaría o una vuelta de tuerca a la cacareada Ley de Murphy aplicada a “El Internado”. En teatro, se ha notado mi debilidad por “En torno a la gaviota”.

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Pero no es cosa de tres este blog, ni mucho menos. También han escrito artículos aquí Nicole, que nos dio su interesante visión de “El internado” desde el otro lado del charco; Lucía y su maravilloso“Sueño de una noche de verano”; o las crónicas en primera persona de Ana, Carol y Bea tras asistir a la sala Guindalera para disfrutar de “Molly Sweeney”. La mayoría de ellas colaboraron en ésa crítica semanal a los capítulos de la quinta temporada de “El internado” que se llamó “9 días, 9 fermarías”, que también cayeron en las manos de Carmen y Desireé. Os esperamos de nuevo para la sexta temporada. ;)

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Terminamos ya este acto tan narcisista de autofelicitarnos dando las gracias a todos los que hacéis posible que sigamos aquí y siempre haya algo que contar. Gracias Forna, webforo, samureta, Ro, Vampi, estrellita-fugaz. Gracias Antow, por todo. Gracias a los que nos leéis, a los que nos seguís y miles de gracias a los que estáis ahí siempre dejando un comentario. No sabéis cuánto se valoran. :-)
Y a Raúl. Gracias, por todo esto:

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De Raúl en Chupertópico

Trabajar con Raúl ha sido todo un honor, un aprendizaje y un placer. Es un gran actor y un caballero. Tiene mucha experiencia, es fácil, amable, compone en silencio. Y lo que compone no se nota pero se siente cuando vemos la película. Es rotundo en el "aquí y ahora", como diría Woody Allen, soluciona y crea en todo momento. Tenía tarea difícil, un personaje medio torpe y entrañable, alejado de lo que está haciendo en "El Internado". Una especie de Cary Grant de nuestros días, y ha creado un Ismael que enamora, divierte y empatiza con el espectador. Mucho Raúl y por mucho tiempo. Espero que la vida y el arte nos junten muy pronto de nuevo. Gracias, Raulete. Fuente

Así de bien habla de Raúl el director de Chupertópico, el corto del que os hablábamos aquí hace unos pocos días.

Sabiendo por boca de Pablo Alvárez, que así se llama el señor que lleva la batuta de la película, que Raúl ha hecho un trabajo tan bueno como nos tiene acostumbrados, crece la curiosidad por disfrutar de ese Ismael torpe y enamorado que se puede adivinar por los comentarios del director.

Mientras llega el momento de conocerlo, nos conformamos con unas cuantas imágenes de la película en las que podemos ver a sus protagonistas. Alicia (Irene Visedo), Ismael (Raúl Fernández) y......atención al nombre de la gata...... Fermiona (¿a qué me recordará a mí este nombre?), interpretada por Pepón, un minino que según parece no tiene menos experiencia profesional que sus compañeros de reparto, son junto a Manu Carreño los cuatro componentes de Chupertópico. Aquí podéis verlos en su universo Chuper:

Más Raúl en la presentación de la sexta temporada.

Agarraos fuerte que esto os va a gustar.
Fotos, fotos y más fotos inéditas de la presentación de la sexta temporada. Todas de Raúl. Para demostrar que por estos lares, no nos importa lo más mínimo que no salga en las fotos promocionales, ni en las cortinillas, ni en los reportajes sobre el ¿qué pasará?. Ya nos apañamos nosotras, gracias a nuestra Ana, administradora de la webforo.
Así pues, comencemos, que ante semejante regalo, no espero que os pongais a leerme a mí. Faltaría más.

Aquí nuestro Raúl. Las malas lenguas (la mía, vamos) dan por supuesto que acababa de leer un fragmento del guión sobre la historia del topo.

Más Raúl. Hoy tiramos la casa por la ventana.





Dosis Fermaría. Sé muy bien, que yo también he sufrido la quinta temporada, cuánto necesitábais ver una foto como ésta. ¿Serán un buen augurio? ;)

Inciso. ¡Echamos de menos a Fermín y María!



Y ahora, el remate final. Sé que os tiemblan las piernas ante tantas emociones de golpe, así que con esto terminamos por hoy.




Imágenes cedidas en exclusiva por www.elinternadoweb.com
Prohibida su reproducción fuera de este sitio.


Bonus track: Gracias a www.zonaelinternado.com, tenemos también una imagen exclusiva del grupo. Cabe hacer una mención especial al inenarrable vestuario de Cristina Marcos y Ana de Armas, así como a lo impresionante que está Carlos Leal.



Nuestras fuentes:
Webforo y Zona El Internado. ¡¡Gracias!!